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miércoles, 29 de junio de 2016

La fuente de Cantarero y el abastecimiento de agua potable de Nerja



A Manuel Millón Armijo, in memoriam



Inauguración de la fuente de Cantarero, enero de 1917


En junio de 2006, Manuel Millón Armijo (q.e.p.d.), entonces jefe de gabinete de la Alcaldía de Nerja y a quien yo conocía, contactó conmigo para preguntarme qué sabía de la fuente de Cantarero, una fuente desaparecida que estuvo situada en el centro de la plaza del mismo nombre y que el Ayuntamiento se proponía recuperar, si bien según un modelo distinto al primitivo y en una ubicación diferente. La fuente había resurgido del pasado a través de una fotografía antigua del acto inaugural de la misma, dada a conocer por Pablo Rojo Platero en su libro 100 años de Nerja en fotos[1] y que él fechaba en 1914. Esa era toda la información que yo poseía en aquellos momentos y así se lo comuniqué a Manuel, a Manolo, ante quien me comprometí a investigar el asunto sin saber muy bien si el trabajo terminaría dando algún fruto.

Estaba claro que había que acudir a los libros de actas capitulares conservados en el Ayuntamiento, en los que debía haber quedado consignado el acuerdo de instalación de la fuente y donde esperaba encontrar alguna referencia a la inauguración de la misma. Allí estaba recogida la decisión del Consistorio de solicitar el abastecimiento de agua potable para el pueblo en el libro correspondiente al año 1914, pero, aunque dos años después figuraba el acuerdo de adquisición de la fuente, no había ni una sola línea dedicada a su puesta en funcionamiento durante ese año, ni durante 1915 ni tampoco en 1916, año a partir del cual tuve que interrumpir la búsqueda, por el sencillo motivo de que no se conservan los libros de actas de 1917 a 1921. Por lo tanto, yo no podía documentar la fuente más que de forma parcial  y solo conseguí proponer una cronología imprecisa tanto para ella como para la fotografía en que había quedado inmortalizado el acto inaugural, que sin mayor concreción situaba entre el primer y el último año de los libros perdidos. Así pues, le facilité a Manolo la escasa información que había obtenido de aquella rápida y frustrante investigación sobre un asunto que en realidad nunca había formado parte de ninguna de mis líneas de trabajo, pero que a raíz de su llamada, y movido por cierta curiosidad, había empezado a interesarme.

Aunque a partir de entonces intenté olvidarme del asunto, confieso que no lo conseguí y durante los diez años transcurridos he pensado muchas veces en la fuente (también en quien me motivó para averiguar más de ella), y he sentido la necesidad de concluir la tarea que en su momento no fui capaz de completar; lo hago hoy a través de esta entrada, consciente de que el tema no se agota aquí y seguramente seguirá planteando interrogantes. Debo advertir a quienes esto lean que la fuente de Cantarero no puede ser tratada de forma aislada, sino que ha de hacerse en el contexto más amplio del plan de abastecimiento de agua potable de Nerja, como un elemento más del mismo; solo desde esta perspectiva y a partir de la consulta de la documentación de dicho plan, conservada en los archivos de la Confederación Hidrográfica del Sur, ha sido posible obtener información sobre la fuente; así que empecemos por él.

I. El abastecimiento de agua potable de Nerja

El 18 de abril de 1914, Francisco Cantarero Rodríguez, alcalde de Nerja e hijo del que había sido durante la segunda mitad del siglo XIX maestro de obras de su Ayuntamiento y constructor del acueducto del Águila, Francisco Cantarero Martín, proponía a la Corporación Municipal solicitar subvenciones al Estado para realizar las obras de conducción de aguas para el abastecimiento de la población, acogiéndose a las ventajas otorgadas por el Real Decreto de 27 de marzo de dicho año. Hasta entonces el abastecimiento de agua en Nerja se hacía a través de una serie de fuentes públicas a las que llegaba el agua del río Chíllar canalizada por la acequia del Pueblo. En 1876 se presentaron peticiones para conectar grifos en algunas de las casas de la calle de Granada a la tubería que surtía una de las fuentes de la parte baja del pueblo, y en 1879 algunos vecinos de entre los mayores contribuyentes, aprovechando las obras de mejora en el abastecimiento de agua a otra que había en la calle Pintada, obtuvieron la autorización del Ayuntamiento para prolongar la cañería por dicha vía y conectar tomas para alimentar un grifo en cada uno de sus domicilios, siendo costeadas todas estas obras por los propios interesados. Así fue como se inició el abastecimiento domiciliario de aguas en Nerja, que a partir de entonces se fue ampliando tímidamente a otras viviendas de la localidad.

Ni que decir tiene que la calidad del agua no era la deseable, pues provenía de acequias abiertas, con el consiguiente peligro que ello acarreaba desde el punto de vista sanitario. Esto no era algo exclusivo de Nerja, sino que se daba en muchos otros lugares del país, y este fue el motivo principal por el que el gobierno, a través del Ministerio de Fomento, promulgó el real decreto referido concediendo subvenciones a todos aquellos municipios que quisieran llevar el agua potable a su vecindario. En la exposición de motivos de la citada norma se afirmaba que “en España las estadísticas […] arrojan datos desconsoladores acerca de enfermedades y mortalidad, deducidos de la falta de higiene y atribuidas en gran parte a la carencia de aguas potables.”[2] En el decreto se establecía que el Estado asumiría el cincuenta por ciento del coste de las obras, mientras que los municipios solicitantes se harían cargo del resto: un diez por ciento debería satisfacerse cuando se estuvieran ejecutando las obras y el otro cuarenta por ciento durante un plazo no superior a veinte años a contar desde la finalización de las obras. En el caso de los municipios de más de 4.000 habitantes, y este era el caso de Nerja, el Ayuntamiento tendría que costear las estudios y proyectos necesarios que serían examinados por la División Hidráulica del Sur de España.


Marca corporativa de la División Hidráulica del Sur de España situada en la caseta de regulación, junto al cementerio de Nerja (fotografía del autor)

En consecuencia, el Ayuntamiento de Nerja tuvo que hacerse cargo de la realización de los estudios previos, entre los que se contaba el relativo a las aguas del manantial de ‘Fuente Santa’, situado aguas arriba del río Chíllar,  pasada la confluencia con el río Higuerón, y que había sido elegido para el abastecimiento de la localidad. Cantarero informó al pleno municipal de que José Aurelio Larios, III marqués de Larios y entonces diputado conservador por el distrito de Torrox, se había ofrecido a usar sus influencias para facilitar la aprobación del proyecto, a la vez que se comprometía a pagar el diez por ciento de la parte que correspondiera al municipio. No sabemos bien si el ofrecimiento que el alcalde decía haber recibido del marqués era un gesto de magnanimidad, o respondía a la necesidad que Larios pudiera tener de ganar puntos en la valoración de los nerjeños en el complicado contexto poselectoral en el que se encontraba (un mes antes, en marzo de 1914, se habían celebrado elecciones a Cortes y tanto Larios por el distrito de Torrox como su lugarteniente en el de Vélez-Málaga, Alvarado, habían perdido por más de mil votos de diferencia cada uno con sus contrincantes Escobar y Giner de los Ríos, aunque, interpuesta la correspondiente denuncia de irregularidades, el Tribunal Supremo optó por dictaminar finalmente a favor de los primeros), o un rasgo de  paternalismo hacia una población como Nerja, considerada por muchos, y concretamente por la prensa liberal o la republicana de la época, un “baluarte caciquil de la Casa Larios”[3] y un “feudo de Larios”[4].

Finalmente, el proyecto fue aprobado por Real Orden de 26 de marzo de 1915, con un presupuesto de 47.437,02 pesetas, y en él se contemplaba la realización de cuatro obras:

1.ª La obra de toma para la captación de aguas del manantial de ‘Fuente Santa’.


Plano de la obra de captación de aguas del manantial de 'Fuente Santa' (papel ferroprusiato). Tomás Brioso, Málaga, 15 de marzo de 1917, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.455 

2.ª Una tubería de conducción de las aguas desde el manantial hasta un depósito regulador de 2.046 m lineales, a lo largo de la cual se distribuían diez arquetas y sus correspondientes ventosas. Esta y las demás tuberías eran de fundición y fabricadas en Bilbao, posiblemente por la misma fundición a la que se adquirió la fuente y fueron sometidas a pruebas de resistencia antes de ser embarcadas.

3.ª El depósito regulador, situado junto al cementerio, y accesorios del mismo. Consistía en una caseta de regulación de planta rectangular y el depósito propiamente dicho, compartimentado por un muro de separación y diferentes arcos, con cubierta de hormigón armado que sustituyó a la inicialmente prevista de bóveda. Sobre la puerta de entrada a la caseta figuraría la imagen corporativa de la División Hidráulica del Sur de España que aún se conserva.


Alzado de la caseta de regulación (papel ferroprusiato). Tomás Brioso, Málaga, 15 de marzo de 1917, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.455 


Alzado del depósito regulador, (papel ferroprusiato). Tomás Brioso, Málaga, 15 de marzo de 1917, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.455


4.ª La tubería de distribución hasta el pueblo. Esta tubería partía del depósito regulador y atravesaba  la carretera de Málaga a Almería hasta terminar en la actual plaza de Cantarero, y fue preciso redactar una memoria específica de la que más adelante hablaremos a propósito de la fuente. Sin embargo, a petición del vecindario, se decidió prolongar dicha distribución “hasta el lugar denominado ‘Puerta del Mar’ con una longitud de 574,70 metros” que recorrería toda la calle Pintada; para ello, con fecha 13 de julio de 1916, fue necesario aprobar un presupuesto adicional de 6.724,24 pesetas[5].

Las obras comenzaron el 4 de noviembre de 1915 y unos meses después, el 19 de abril de 1916 ya estaba terminado el depósito regulador, casi a punto de concluirse las de la captación de aguas del manantial y muy adelantadas las del tendido y colocación de la tubería de conducción hasta el depósito regulador. Faltaba por acometerse la instalación de la tubería de distribución hacia el pueblo que se demoró algo más por la referida ampliación.

A finales de 1916 se estaban concluyendo las obras y el 2 de diciembre el Ayuntamiento hacía público el pliego de condiciones para contratar el abastecimiento a domicilio. Las obras finalizaron completamente en el mes de enero de 1917, aunque unos meses después, en marzo, unas avenidas del río Chíllar debidas a las intensas lluvias caídas provocaron el derrumbe del muro de protección de la toma de agua del manantial, por lo que hubo que rehacerlo con otro presupuesto adicional de 3.625,65 pesetas, aprobado el 5 de julio de 1917. Estas obras se  llevaron a cabo durante el mes de septiembre.

Una vez que todas las obras se habían dado por concluidas, el ingeniero Tomás Brioso Raggio, responsable del proyecto, firmó en Málaga el 8 de noviembre de 1917 los datos para la liquidación de la conducción de aguas para abastecimiento de Nerja, en la que se incluía la correspondiente memoria, las características de las obras, la relación de gastos y planos de todos y cada uno de los elementos. El importe total de las obras había ascendido a 57.789,91 pesetas de las que hasta esa fecha el Ayuntamiento no había satisfecho el 10 por ciento inicial obligatorio que se había comprometido a pagar el marqués de Larios ni cantidad alguna del 40 por ciento restante.

II. La fuente de Cantarero

Antes de realizarse las obras de la conducción de aguas para el abastecimiento de Nerja la mayor parte de la población se surtía de las fuentes públicas y, como hemos comentado, solo algunas casas privilegiadas contaban con grifo en su interior conectado a la tubería que transportaba el agua hasta aquellas. Hasta 1879 la localidad solo disponía de tres fuentes: una en la plaza Mayor (posteriormente denominada de la Constitución y hoy plaza Balcón de Europa), otra en la Plazoleta o plazuela de Cavanas, y una tercera en la calle Pintada cerca de su confluencia con la calle de la Cruz. La expansión urbana que el pueblo experimentó hacia el norte durante la segunda mitad del siglo XIX obligó a construir entre 1878 y 1879 una cuarta fuente al comienzo de la calle de las Angustias para el uso del vecindario de ese sector (véase en este mismo blog la entrada La fuente de la calle Angustias y los inicios del suministro del agua a viviendas en Nerja). 

Sin embargo, el crecimiento continuaba en dirección al cementerio nuevo, construido en 1853, de manera que en las décadas de 1880 a 1890 ya se había formado una especie de plazoleta de figura triangular, llamada hoy plaza de Cantarero, en la que confluían, como una especie de tridente, las calles Pintada, Méndez Núñez y San Miguel. Por esta última arteria discurría la travesía urbana de la carretera de Málaga a Almería, y en el tramo de la misma que constituía uno de los lados de la plaza se encontraba la casa de estilo neomudéjar que el mismo alcalde Cantarero poseía junto a la fábrica de mieles ‘El Progreso’ que su padre construyera en el solar de un antiguo tejar heredado de sus progenitores.

Francisco Cantarero fue nombrado alcalde de Nerja por el gobierno conservador de Eduardo Dato el 29 de diciembre de 1913, y una de sus prioridades fue el abastecimiento de agua potable, para cuyo domicilio él mismo había solicitado con anterioridad la conexión de un grifo. La conducción de aguas procuraría el abastecimiento domiciliario a los vecinos que quisieran y pudieran costear su contratación, pero no todos estaban en condiciones de hacerlo, por lo que era necesario seguir garantizando el acceso al agua a través de las fuentes públicas del pueblo (de hecho, algunas viviendas de Nerja carecieron de agua corriente hasta hace algunas décadas y ciertas fotografías fechadas en torno a 1960 aún muestran mujeres con sus cántaros cogiendo agua en distintas fuentes). Por lo tanto, la fuente de la calle de las Angustias resultaba insuficiente para el sector norte de Nerja y hubo que pensar en instalar otra más que habría de situarse en la nueva plaza. Así pues, en el proyecto de conducción de aguas, se preveía que la tubería de distribución del pueblo que debía partir del depósito regulador, en un principio debía terminar  “en el sitio de emplazamiento de la fuente que el Ayuntamiento de Nerja se propone instalar en la plazoleta limitada por la carretera de Málaga a Almería y calle Pintada, en las afueras de la población”, y para ello hubo de redactarse una memoria específica.


Plano con la ubicación de la fuente de Cantarero, Tomás Brioso, Málaga, 19 de abril de 1916, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.459


La memoria, firmada en Málaga por el ingeniero Tomás Brioso y Raggio el 19 de abril de 1916, especificaba cómo había de cruzar la tubería la carretera y contenía un plano en el que se aprecia perfectamente el punto exacto de localización de la fuente[6]. Ante el progreso de las obras, el 8 de julio, Francisco Cantarero

“hizo presente a la Corporación la necesidad de adquirir una fuente  para el servicio público al objeto de instalarla en la plazoleta que existe al final de la calle Pintada y calle San Miguel que habrá de surtirse con las aguas del nuevo abastecimiento del manantial de ‘Fuente Santa’. El Ayuntamiento, estimando muy acertada la iniciativa de la Alcaldía, votó y acordó por unanimidad autorizar al señor Alcalde para adquirir dentro de las condiciones que el presupuesto consienta la indicada fuente pública.”[7]



Plano con la ubicación de la fuente de Cantarero (detalle), Tomás Brioso, Málaga, 19 de abril de 1916, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.459


La fuente fue inaugurada en enero de 1917, a la par que el conjunto de instalaciones para el abastecimiento de agua, momento que recoge la fotografía que encabeza esta entrada y que, ahora sí, puede fecharse con exactitud en los días inmediatamente anteriores al jueves 25,  pues el semanario malagueño La Unión Ilustrada de ese día publicaba la noticia e insertaba una fotografía casi idéntica a la anterior en la que aparecen los ingenieros de la División Hidráulica del Sur (con seguridad el encargado de la ejecución del proyecto, Tomás Brioso y el ingeniero jefe, Eduardo Franquelo), junto a algunas personalidades y gentes de Nerja, y, presidiendo el acto, Luis Alvarado, el diputado conservador por el distrito de Vélez-Málaga y administrador de la fábrica de azúcar que Larios poseía en Torre del Mar, quien debió acudir en representación del marqués. Junto a ella se publicaba otra fotografía del banquete que Cantarero ofreció a los ingenieros y al diputado Alvarado en el Círculo Liberal-Conservador de Nerja, situado en el número 5 de la plaza de la Constitución (hoy del Balcón de Europa) con motivo del evento.


Inauguración de la fuente con el diputado Luis Alvarado y banquete posterior ofrecido por el alcalde Cantarero, La Unión Ilustrada, 25 de enero de 1917


Pero, ¿qué tipo de fuente era la que había adquirido el Ayuntamiento? La conocemos por la fotografía y se trataba de una fuente de dos caños de hierro fundido y policromado con sendas pilas de piedra. Es idéntica a otra que posteriormente existió en la calle Colón, aunque esta sin policromía y con signos de deterioro (le falta la bola del remate), que puede verse en una fotografía reproducida por Rafael Sánchez de las Matas en sus Relatos históricos. Crónica de la villa de Nerja[8]. ¿Era esta la fuente de Cantarero trasladada de lugar u otra del mismo modelo que se instaló posteriormente en aquella calle? Por otra parte, en la plaza de Andalucía hay una fuente exactamente igual que las anteriores que se encontraba en los almacenes municipales y se instaló allí a comienzos de 1989. No parece la de la calle Colón (o sí), pues esta está completa y aquella no; aún así, ¿podemos considerarla la antigua fuente de la plaza de Cantarero desprovista de color y felizmente recuperada? Si lo fuera, ¿entró en los almacenes desde aquella plaza y permaneció en ellos un tiempo o previamente realizó un periplo por otros puntos de la localidad? No tengo respuesta a estas preguntas, pero sea alguna de ellas la de Cantarero o no, lo que sí se puede asegurar es que se trata del mismo modelo. La fuente lleva dos inscripciones; en una de ellas se puede leer la fecha: 1916, que coincide con el año de compra e instalación de la de Cantarero; y en otra aparece la marca del fabricante: AURRERA. BILBAO. La Fundición Aurrerá, establecida desde 1885 en Sestao (Bilbao), fabricaba material de tuberías y fuentes públicas y, tal como vimos más arriba, tuvo que ser la empresa elegida por la División Hidráulica del Sur para surtirse del material necesario con destino a Nerja. El Ayuntamiento debió aprovechar los contactos de los ingenieros de la División con esta fundición para proveerse de la fuente que necesitaba y que probablemente llegó embarcada junto con las tuberías de distribución hacia el centro del pueblo, pues la decisión de compra de ambos materiales coincidente en el tiempo se había tomado en la misma fecha: julio de 1916.


Antigua fuente de la calle Colón, en SÁNCHEZ DE LAS MATAS, R., Relatos históricos. Crónica de la villa de Nerja, Nerja, 1995, pág. 265


Fuente de la plaza de Andalucía, idéntica a la de Cantarero (fotografía del autor)

Fuente de la plaza de Andalucía (marca de fecha) (fotografía del autor)

Fuente de la plaza de Andalucía (marca del fabricante) (fotografía del autor)






[1] ROJO PLATERO, P., 100 años de Nerja en fotos, Nerja, 2005, pág. 15.
[2] Real Decreto de 27 de marzo de 1914 (Gaceta de Madrid del 29 de marzo, pág. 780).
[3] El Heraldo de Madrid, 11 de febrero de 1918.
[4] El Radical, 21 de marzo de 1916.
[5] (A)rchivo (H)istórico (P)rovincial de (M)álaga, Confederación Hidrográfica del Sur, Leg. 46.455-5/15, doc. 1, Memoria.
[6] A.H.P.M., Confederación Hidrográfica del Sur, Leg. 46.459-3, Proyecto del cruce de la tubería con la carretera de Málaga a Almería.
[7] Archivo Municipal de Nerja, Actas Capitulares, sesión de 8 de julio de 1916.
[8] SÁNCHEZ DE LAS MATAS, R., Relatos históricos. Crónica de la villa de Nerja, Nerja, 1995, pág. 265.