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lunes, 12 de mayo de 2025

El retablo de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias de Nerja, un diseño de Fernando Prini Betés




Retablo de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias de Nerja trazado por Fernando Prini Betés



El actual retablo de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias de Nerja, situado en la capilla mayor, enmarcando la embocadura del camarín de la Virgen, fue trazado por Fernando Prini Betés (1961-2025). Hasta su fallecimiento, acaecido el día 11 de mayo del presente año 2025, Fernando Prini ha sido uno de los grandes diseñadores malagueños de arte religioso, especialmente, aunque no solo, del destinado a las cofradías. El diseño de magníficos tronos y andas, palios, estandartes y demás enseres procesionales, mantos y aderezo de imágenes de Vírgenes de Málaga y de otros lugares de Andalucía son obra suya. En ellos, partiendo de la tradición y de una estética que se ha ido fijando a través del tiempo, Prini ha realizado propuestas innovadoras, imprimiéndoles un sello particular que las hace reconocibles como obras suyas.



Fernando Prini Betés. Traza del retablo de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias de Nerja



Como hemos dicho, el diseño del retablo que nos ocupa se debe a Fernando Prini; este fue realizado en 1986 en el taller sevillano del tallista Antonio Díaz, correspondiendo el dorado y policromado del mismo a Luis Sánchez. En la sacristía de la ermita se conservan las trazas del retablo con la siguiente leyenda: «Proyecto de Retablo para la Capilla de Ntra. Sra. de las Angustias, Patrona de Nerja (Málaga). Dibujó: Fernando Prini Betés. E. 1:40/3». Este diseño se inspira en el retablo barroco que la ermita tuvo hasta 1936 en que fue destruido y del que se conservan fotografías tomadas en las décadas de 1910 y 1930 que Prini debió conocer, aunque difiere de aquel.



Detalle de frutas y flores del retablo



El retablo es de estilo neobarroco, está realizado en madera tallada, dorada y policromada, y rematado por un ángel que porta un corazón con siete puñales, emblema de la Cofradía de las Angustias. Es del tipo denominado por G. Kubler retablo-camarín, cuya función es la de enmarcar la embocadura del escenario en que aparece la imagen titular, a la que proporciona una enorme aureola dorada, ajustándose completamente al muro noreste de la capilla mayor, bajo uno de los cuatro arcos torales al que se adosa. Se divide horizontalmente en banco, un cuerpo y ático, y verticalmente en tres calles. Toda la mazonería (elementos arquitectónicos del retablo) está tallada, dorada y policromada, empleándose como soporte el estípite adosado dividido en tres cuerpos: estípite sobre basa, pilar central y pilar con ensanchamiento inferior coronado por capitel corintio; la decoración, en relieve, es a base de rocalla, roleos, sartas de frutas y flores, y cabezas de querubines situadas en los estípites. En los nichos laterales se encuentran las imágenes de San Nicolás (lado del Evangelio) y Santa Teresa de Jesús (lado de la Epístola), reemplazando esta última a la deSanta Bárbara que se encontraba en el mismo lugar del retablo antiguo.



Querubín en uno de los estípites del retablo



La ermita de Nuestra Señora de las Angustias, un pequeño santuario terminado de construir y bendecido en 1720, de patronato municipal desde 1853 y declarado Bien de Interés Cultural en 2023, ha tenido distintos retablos. El primero debió ser fingido mediante una pintura mural, imitando todos los elementos arquitectónicos y decorativos propios de él, e incluyendo dos peanas para colocar las imágenes de San Nicolás y Santa Bárbara, advocaciones, además de la Virgen de las Angustias, a las que se consagró la ermita; este retablo formaría parte del primero de los programas decorativos de la misma. Con posterioridad a la década de 1730 se colocaría el segundo retablo, de madera tallada y dorada, del que dan testimonio algunas fotografías tomadas en las décadas de 1910 y 1930. A partir de 1936, en que fue destruido, y hasta 1986, en que se talló y ensambló el actual a partir de las trazas de Fernando Prini, la ermita careció de retablo, enmarcándose la embocadura del camarín con una sencilla moldura de madera y disponiéndose las imágenes de  San Nicolás y de Santa Teresa de Jesús sobre sendas peanas.



Retablo antiguo de la ermita destruido en 1936. Foto: Biblioteca de Cataluña. Archivo Editorial Albert Martín, C. 58, fot. 9.098