Escudo heráldico de Nerja, situado en la antigua Casa Consistorial y desprovisto de corona real, eliminada en la Segunda República. Museo de Nerja |
Cuando mañana, día 15 de marzo de 2017, se inauguren las dos
salas del Museo de Nerja que han sido objeto de renovación museográfica, se
podrá contemplar en una de ellas el escudo heráldico de la localidad que hasta
1963 estuvo en la fachada principal de la antigua Casa Consistorial, situada en
la plaza Balcón de Europa y a la que dediqué una entrada en este mismo blog. El
escudo, labrado en mármol blanco, consta de dos espadas (o sables) puestas en
aspa, sobre las que se coloca un ancla que debería llevar corona real en la
parte superior, aunque carece de ella al serle suprimida durante la Segunda
República. El escudo, cuyos orígenes y variantes se van a tratar aquí, ha
coexistido con otros utilizados en los sellos de tinta del Ayuntamiento durante
los siglos XIX y XX, aunque solo este ha tenido y tiene la consideración de
escudo heráldico o de armas oficial de Nerja.
Sin duda, la adopción de un escudo de armas por una
localidad guarda relación con determinados cambios en la categoría política y
administrativa de la misma, que se visualizan con este distintivo. Desde la
conquista del territorio por los Reyes Católicos en 1487, la alquería de Nerja fue
considerada ‘lugar’ y puesta bajo la jurisdicción de Vélez-Málaga. A partir de
1633, con la fundación de la moderna población en el entorno del Balcón de
Europa, y sobre todo durante el siglo XVIII y primeras décadas del XIX Nerja
recibió la denominación de ‘puebla’, término equivalente en la época al de ‘población’.
A partir de 1748, Nerja, que había
ganado el pleito que mantenía con Vélez-Málaga ante la Real Chancillería de
Granada por la posesión de las tierras, casas, huertos y dehesas, contó con
Concejo propio, si bien con la composición mínima entonces establecida,
ampliada a partir de la reforma municipal llevada a cabo por Carlos III en 1766.
Aunque José I Bonaparte dotó a Nerja de una Junta Municipal formada por un
corregidor y dos regidores, y las Cortes de Cádiz concedieron el rango de
municipio a todas las poblaciones de más de 1.000 habitantes, el regreso de Fernando
VII, y con él del absolutismo, en 1814, anuló dichas disposiciones, retornándose
a la situación anterior a la Guerra de la Independencia. No fue hasta el año
1820, con el triunfo del liberalismo, cuando Nerja contó con un Concejo formado
por seis regidores, síndico personero y alcalde constitucional, denominándose
villa a partir de entonces tanto en las actas municipales como en el resto de
la documentación, con lo que obtenía autonomía jurídica y quedaba completamente
rota la dependencia jurisdiccional de la ciudad de Vélez-Málaga a la que hasta
entonces había estado sometida.
Debió ser entonces, a partir de 1820, cuando el Ayuntamiento
de la localidad, que además disponía de una Casa Consistorial de reciente
construcción donde poder exhibirlo, adoptó de forma oficial el escudo heráldico
de la villa; aunque algún autor, como Rafael Sánchez de las Matas, opina, sin
aportar documentación alguna, que se aprobó por el Ayuntamiento en 1770[1], nada hay que corrobore dicha afirmación. En
todo caso, es más que probable que la pieza exhibida en el museo sea el “escudo
de talla” que la Corporación acordó encargar para el salón municipal en 1890,
aunque finalmente se debió optar por ubicarlo en la fachada del edificio, tal
como aparece en algunas fotografías de principios del siglo XX.
Sin embargo, no cabe ninguna duda de que los orígenes del
escudo oficial de Nerja se remontan a la segunda mitad del siglo XVIII y están
relacionados con la Marina. Desde la década de 1750 Nerja era sede de una
Ayudantía de Marina perteneciente a la provincia marítima de Motril y al
departemento de Cádiz, y contaba con una importante presencia de matriculados
de mar, es decir, de la gente de mar, desde patrones de barco hasta calafates, pasando
por todas las categorías de marengos, inscrita en una relación o matrícula que
era movilizada en caso de guerra. Estos matriculados gozaban del fuero de
Marina, estableciendo Carlos III, por Real Orden de 13 de mayo de 1776, una
serie de distintivos que debían llevar en el pecho derecho si querían que se
les reconociese dicha jurisdicción en caso de ser aprehendidos por agentes de
una jurisdicción distinta. Uno de esos distintivos era el de patrón con
acciones distinguidas, que consistía en un ancla coronada con la corona real
sobre la que se cruzan dos espadas o sables; este es el escudo heráldico de
Nerja, con la única diferencia en la colocación de las espadas bajo el ancla y
no sobre ella, seguramente debida a un error de ejecución en el primer prototipo
realizado.
Nerja, Iglesia de El Salvador, Altar de San Telmo (década de 1780-1936). Biblioteca de Cataluña. Fondo Editorial Albert Martín, caja 58/17 |
En el siglo XVIII y primeras décadas del XIX los
matriculados de mar de Nerja estaban agrupados en el denominado gremio de
matriculados de San Telmo, su patrón, y sus delegados figuran en varias
escrituras públicas, junto a los de otras cofradías y hermandades nerjeñas,
contribuyendo a la realización de determinadas obras y encargos artísticos de
la puebla. Bajo el patronazgo de este gremio, en la década de 1780, se realizó
el altar de San Telmo en la iglesia de El Salvador, con retablo atribuido a
José Martín de Aldehuela y destruido en 1936. Uno de los ángeles del retablo
porta una cartela con el escudo de Nerja, entonces la insignia referida de
patrón de Matricula de Mar. Alejandro Bueno en su Reseña histórica de la Villa de Nerja refiere que “el altar y
retablo de San Telmo, parece que se hizo y adquirió su imagen con fondos de la
Marina, que recaudaba el subdelegado D. Agustín Gómez de Bustamante, bajo cuya
acertada administración se ejecutaron sus obras.”[2]
Nerja, Iglesia de El Salvador, Altar de San Telmo (década de 1780-1936) (detalle). Biblioteca de Cataluña. Fondo Editorial Albert Martín, caja 58/17 |
A la vez que el escudo heráldico de la villa, el
Ayuntamiento de Nerja ha venido utilizando diferentes sellos de tinta para
sellar documentos municipales y de la propia Alcaldía. El primer sello de tinta
de que tenemos constancia se adoptó en 1859 (no hay documentos sellados con anterioridad)
y en él figuraba un ancla sobre la que se cruza una espada o sable; aunque
desde el siglo XIX se quiso ver en la espada el atributo de san Miguel, patrón
de Nerja, y en el ancla la relación del pueblo con la Marina al contar con
puerto de mar, lo cierto es que dicha interpretación es algo forzada, pues ese
mismo escudo rematado por corona real es el que usan las Compañías de Mar,
antaño llamadas Pelotones de Mar de África, de la Marina Española, en su origen
hombres de mar que servían en unidades de infantería. Este sello de tinta
coexistió con otro en que figuraba el escudo nacional rodeado por el lema
Alcaldía Constitucional de Nerja o Alcaldía de Nerja, semejante al que se había
dispuesto para uso de las diputaciones provinciales en 1822. Con la proclamación de la Segunda
República se siguió utilizando el primero de los anteriores, pero el 3 de abril de 1933 se adquiere un sello para la Alcaldía con los emblemas de la República, entrando en circulación ese mismo día y archivándose el otro; este sello de tinta incorpora el escudo republicano con corona murada y
el lema Alcaldía Republicana de Nerja. En 1937 las autoridades franquistas
recuperan el escudo oficial de la villa para los sellos de tinta con el ancla
sobre las dos espadas cruzadas, pero sin la corona real, tal como se encontraba
entonces el escudo de mármol de la fachada del edificio del Consistorio.
Sello de tinta del Ayuntamiento de Nerja usado desde 1859 hasta abril de 1933 |
Insignia de la Compañía de Mar de Melilla |
Sello de tinta usado por el Ayuntamiento de Nerja desde abril de 1933 hasta febrero de 1937 |
El 15 de diciembre de 1962 el alcalde de Nerja
“hace saber a la Corporación la conveniencia de adaptar el Escudo Heráldico Municipal al tradicional, concedido por los Reyes, que esta villa vino utilizando hasta tiempos de la República, en la que la Corona Real que tenía sobre el Ancla de Almirante , fue suprimida por considerarla contraria a la idea republicana. Desde entonces hasta la fecha, el Escudo Municipal ha venido utilizándose sin la referida corona, y cree esta Presidencia que no debe demorarse más la inclusión de la Corona Real suprimida. A este efecto la Presidencia muestra un boceto de Escudo en el que con las Espadas y Ancla de Almirante está la Corona Real, similar al modificado en la República; el cual examinado por todos y cada uno de los asistentes, por unanimidad acuerda adoptarlo en lo sucesivo como Escudo Heráldico Municipal, de uso privativo de la Corporación, como símbolo del Municipio; y cuya utilización por particulares solo podrá hacerse mediante concesión expresa del Ayuntamiento con los requisitos que se establezcan.”[3]
Desde entonces se usa el escudo primitivo con corona real,
aunque con los esmaltes heráldicos incluidos en el boceto aprobado.
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