Restos del castillo de Bentomiz. Al fondo, Competa y la sierra de Almijara. (Foto del autor) |
En el término municipal de Arenas (Málaga) se encuentran los restos del castillo de Bentomiz, situado en el cerro del mismo nombre (709 m de altitud), una de las fortalezas medievales más importantes del territorio de la actual Axarquía. A partir de la incorporación del territorio a la Corona de Castilla en 1487, los Reyes Católicos concedieron prioridad a la defensa costera, la frontera marítima y desmantelaron muchas de las fortalezas andalusíes que se encontraban en el interior. Sin embargo, aunque no estaba en la misma costa, se consideró que este castillo podría ejercer un importante papel en la defensa costera, prestando un gran apoyo a la ciudad de Vélez-Málaga, cabeza de todo el territorio, tanto por su proximidad al litoral como por la situación estratégica de que gozaba. El castillo de Bentomiz, convertido en un auténtico centro receptor y emisor de avisos, ejercería de enlace entre la marina, las sierras del interior, y la propia ciudad de Vélez, por lo que se mantuvo activo durante todo el siglo XVI, aunque no más allá de esta centuria[1].
Castillo de Bentomiz, torre Ochavada. (Foto del autor) |
El cerro de Bentomiz estuvo poblado desde la Prehistoria, y de ello dan testimonio los restos líticos que se encuentran dispersos por la superficie del terreno, donde han aflorado a causa del incesante laboreo a que ha sido sometido debido a la práctica de la agricultura. Aunque dicho poblamiento no deja de ser más que una hipótesis, pues, salvo algunos ensayos publicados sobre la fortaleza andalusí y algunos estudios sobre toponimia, no hay informes arqueológicos que avalen dicho planteamiento, por la sencilla razón de que, hasta el momento, no se han realizado excavaciones, al menos de forma científica y sistemática.
En la cumbre del cerro se encuentra el castillo de Bentomiz[2], una fortaleza desde la que se domina un amplísimo territorio: la costa, desde la de Algarrobo hasta el occidente de la ciudad de Málaga, con un dominio absoluto de la desembocadura del río de Vélez y de la ensenada de Vélez-Málaga y Torre del Mar; el valle fluvial del Vélez, al menos la parte correspondiente al curso bajo del río y su extensa vega litoral, y la misma ciudad de Vélez-Málaga y los cerros que se interponen entre ella y el castillo de Bentomiz; el territorio situado a occidente de dicho río, Comares y su tierra; parte del corredor Colmenar-Periana, y especialmente esta última localidad; al norte, la sierra de Tejeda y gran parte de la sierra de Almijara, y casi todas las localidades que se encuentran situadas en su cara meridional; y al este, el valle del río de Algarrobo y, más allá, los cerros y cumbres de la zona más oriental de la provincia. Quizá sea este último flanco el menos controlado visualmente por el castillo de Bentomiz, pues entre él y la sierra de Almijara se interponen elevaciones que impiden el dominio sobre el valle del río de Torrox, Frigiliana y Nerja, así como del sector costero situado al oriente del Morro de Lagos; sin embargo, desde las cimas de los cerros Rávita de Sayalonga (672 m) y Rávita de Torrox (694 m), situados a occidente y oriente respectivamente del río de Torrox, y desde la del Peñón del Fuerte de Frigiliana se puede establecer una comunicación perfecta con esa parte del territorio[3].
Torre del Mar y el delta del río de Vélez vistos desde el castillo de Bentomiz. (Foto del autor) |
El nombre Bentomiz deriva del topónimo Munt Mās (donde el orónimo Munt es un término romance que significa «monte» y Mās hace referencia a alguna característica física del lugar) que nos conduciría directamente a un pasado preislámico de la fortaleza, por lo cual parece posible la existencia en el cerro de una estructura castral romana o hispanogoda (castellum u oppidum) anterior al ḥiṣn andalusí. En época andalusí, Bentomiz/Munt Mās era un castillo, pero también era un distrito rural o taha al frente del cual estaba la fortaleza, además del nombre de la sierra en que se encontraban tanto la fortaleza como las distintas alquerías que formaban parte de la citada taha.
La primera referencia al castillo de Bentomiz/ḥiṣn Munt Mās es del siglo XI y la encontramos en las Memorias de ̔Abd Allāh, último rey zīri de Granada. El monarca, en lucha con su hermano Tamīm ibn Buluggīn, príncipe de Málaga, al llegar a Bentomiz vio «que era un castillo muy grande en el que se habían reunido todos los habitantes de las cercanías»[4]. El historiador Virgilio Martínez Enamorado ha llamado la atención sobre el papel desempeñado por el castillo, convertido en ocasiones en lugar de refugio para la población de los lugares circundantes. En el siglo XI era la única superviviente de todas las fortalezas situadas en su distrito, además de la cabeza rectora del mismo, formado por un conjunto de alquerías, al que, según las fuentes árabes pertenecían Daimalos, Sayalonga, Acuchayla o Çuheila, Algarrobo, Batarxis, y el conjunto de barrios que mucho más tarde conformarían Torrox. En el siglo XIII, el castillo, junto al que existía un núcleo de población, como veremos más adelante, presentaba rasgos propios de una pequeña medina, pues era la sede de un cadiazgo con competencias sobre todo el distrito[5].
En el tiempo de la conquista castellana, la taha de Bentomiz estaba formada por las siguientes localidades: Alcaucín, Algarrobo, Arches, Arenas, Batarxis, Benescalera, Bentomiz, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Cómpeta, Corumbela, Çuheila, Daimalos, Frigiliana, Lautín, Nerja, Periana, Rubite, Salares, Sayalonga, Sedella y Torrox[6]. Sin embargo, la documentación fiscal de comienzos del siglo XVI sitúa Frigiliana, Nerja, Maro, Lautín, Periana y Torrox (Alhaguer, Almedina y Alhandac) en una taha distinta, la de Frigiliana, que comprendía todo el territorio oriental de la Sierra de Bentomiz, precisamente aquel que estaba visualmente poco controlado por el castillo de Bentomiz[7].
Arenas y el pico Maroma vistos desde el castillo de Bentomiz. (Foto del autor) |
En 1487, era alcaide del castillo El Gibli, perteneciente a la facción que apoyaba a Boabdil, quien entonces no era aún emir de Granada, sino tan sólo pretendiente al trono que disputaría a su tío El Zagal. El 15 de abril de dicho año, cuando el rey Fernando, decidido a sitiar Vélez-Málaga, instaló su campamento entre esta ciudad y Bentomiz, El Gibli prestó sumisión a Fernando el Católico quien le ordenó guardar la fortaleza en su nombre. Posteriormente, una vez tomada Vélez-Málaga, la taha de Bentomiz capituló el día 4 de mayo[8]y el rey personalmente subió a la fortaleza para verla y se la entregó a Pedro Navarro, marino, militar e ingeniero –introductor del uso de minas terrestres en el asedio de Málaga–, y le «dio la tenencia de ella, con más de mil e quinientos vecinos que cerca de ella viven»[9], lo cual evidencia que el alcaide del castillo de Bentomiz ejercía la autoridad sobre todos los lugares que formaban parte de su taha. Desde 1492 hasta 1517 tuvo la tenencia de Bentomiz el tesorero de los Reyes Católicos Ruy López de Toledo, que a la vez gozaba de la tenencia de la Torre del Mar que «solía andar con ella»; en 1492, el cargo estaba dotado con un salario anual de 250.000 maravedís, pero a partir de 1504, el sueldo del alcaide se redujo a 166.666 maravedís[10]. En 1517, al morir el tesorero Ruy López, la tenencia del castillo pasó a Antonio de Mendoza, comendador de Socuéllamos e hijo del primer capitán general del reino de Granada, Íñigo López de Mendoza, conde de Tendilla, que la tuvo hasta finales de 1534. En 1535, por renuncia del anterior, la alcaidía de Bentomiz pasó a su hijo, Francisco de Mendoza, que la tuvo hasta 1563, año de su muerte[11]. En 1564, fue nombrado alcaide Diego de Córdoba, hijo de Alonso de Córdoba, conde de Alcaudete, quien seguía siéndolo en 1598[12].
Vélez-Málaga vista desde el castillo de Bentomiz. Al fondo, el occidente de la ciudad de Málaga. (Foto del autor) |
El castillo de Bentomiz no se encuentra incluido en las relaciones de las fortalezas de la costa de Vélez-Málaga que la Corona ordenaba hacer a los visitadores e ingenieros, y es por ello que carecemos de la información que ofrecen estos documentos para otras fortificaciones; sin embargo, en una visita llevada a cabo en 1503 sí se recoge el estado de esta fortaleza, situada «más de una legua a la mano izquierda de la mar […] la cual está mal reparada», aunque el visitadador no ofrecía más datos porque, en el caso de Bentomiz, manifestaba su preferencia por informar de palabra, y no por escrito, a la superioridad; no obstante, en el margen de la Relación se anota «que se repare la torre del homenaje e lo que más se pudiere reparar», por una cuantía de 60.000 maravedís[13].
Del estado en que se encontraba el castillo, así como de las armas y municiones que había en él y de las propiedades que tenía asignadas para su mantenimiento, informa muy detalladamente Pedro Fernández de Madrid, secretario del Consejo Real, en el acta de la visita que realizó, por orden de la reina Juana I, el día 2 de marzo de 1509. La relación de la visita contiene un listado de las armas que poseía la fortaleza e información sobre los bienes raíces propios, con especificación de lo que rentaban al año, que eran:
«en el Competín un heredamiento de tierras de secano e de riego e morales e otros árboles de fruto […] que renta cada año quince mil e quinientos maravedís, e una carga de pasas, e diez o doce gallinas, e más que quedan para el alcaide, morales en que puede criar tres onzas de seda. E asimismo que la dicha casa tiene en Arenas y en Daimalos e Pataxaxis [sic] e Çuheila, lugares de la sierra de Abentomiz ciertos pedazos de viñas e higueras e almendros e olivos e tierras que renta todo diez ducados […]. E otrosí que la dicha casa tiene un sitio de molino en el río del Competín el cual nunca se edificó ni molió después que se dio para la dicha casa.Otrosí que la dicha casa tiene cuatro pedazuelos de viña que se cogen hasta treinta o cuarenta arrobas de vino cada año»[14].
Por último, la documentación de la visita de Pedro Fernández de Madrid incluye una relación de los muros y torres de la fortaleza que permite hacer una reconstrucción bastante exacta de la misma, si se lee cotejando los datos que aporta con los restos y cimientos que quedan en pie.
Continuará
[1]A pesar de la importancia de este cerro como lugar de poblamiento desde la Prehistoria, y particularmente del castillo, constatado desde el siglo X, los estudios y la bibliografía sobre el mismo son más bien escasos, aunque se encuentren citas y referencias breves en muchas obras. Generalmente, salvo alguna excepción, los artículos o capítulos de obras más extensas no sólo tratan de la fortaleza, sino también del territorio regido por ella. Esta entrada y la que le seguirá son una versión resumida del capítulo dedicado al castillo de Bentomiz en CAPILLA LUQUE, F., Las fortificaciones del partido de Vélez-Málaga entre los siglos XV y XIX, tesis doctoral inédita leída en la Universidad de Málaga el 29-01-2009. Véase también, CHAVARRÍA VARGAS, J.A., «De la fortaleza y sierra de Bentomiz»,Jábega 46, 1984, págs. 11-26; FERNÁNDEZ HERVÁS, E., «El Castillo de Arenas, fortaleza nazarita del Reino de Granada», Castillos de España 91, 1986, págs. 41-44; FERNÁNDEZ LÓPEZ, S., Catalogación y estudio de las fortalezas medievales de Málaga y su territorio, Tesis Doctoral inédita leída en la Universidad de Málaga en 1987, págs. 177-193, y «La fortaleza y tā‛a de Bentomiz», en Andalucía en el tránsito a la modernidad. Actas del Coloquio celebrado con motivo del V Centenario de la conquista de Vélez-Málaga (1487-1987), Málaga, Diputación Provincial de Málaga, 1991, págs. 41-46. También está incluido en LÓPEZ GUZMÁN, R. (Coord.), Arquitectura de al-Andalus (Almería, Granada, Jaén, Málaga), Granada, Junta de Andalucía, 2002. Además, observaciones muy interesantes sobre el castillo andalusí y el papel ejercido sobre el territorio circundante en MARTÍNEZ ENAMORADO, V., Al-Andalus desde la periferia. La formación de una sociedad musulmana en tierras malagueñas (siglos VIII-X), Málaga, Diputación Provincial de Málaga, 2003. Por otra parte, el castillo está incluido en FERNÁNDEZ RAMOS, J., Historia de la Fortaleza de Vélez Málaga. La Axarquía, Vélez Málaga, 1980, aún no siendo ésta una obra dedicada específicamente a Bentomiz; y la capitulación de Bentomiz en 1487 ha sido tratada en RUIZ GARCÍA, P. y MARTÍN CÓRDOBA, E., «La capitulación de Bentomiz», Isla de Arriarán IX, Málaga, 1997, págs. 7-16.
[2]Sus coordenadas son: 36º 48’ 13.05” N y 4º 02’ 39.83” O, y se puede acceder al mismo por la cara norte del cerro a través de un carril terrizo que parte del pueblo de Arenas o bien, por el lado sur, por otro camino que comunica Algarrobo con el castillo.
[3]Los términos rābiṭa (pl. rābiṭāt) y ribātʿ designan realidades distintas: las rābiṭāt eran lugares a los que se retiraban hombres piadosos, donde eran enterrados una vez que morían, convirtiéndose en focos de peregrinación y culto popular; sin embargo, un ribātʿ era un eremitorio, generalmente costero, donde monjes guerreros musulmanes se entregaban a la vida religiosa a la vez que a la defensa. J.A. Chavarría considera que la Rávita de Torrox (también la de Sayalonga) pudo ser un puesto de vigilancia o ribātʿ que con el paso del tiempo perdió su función militar. Cfr. CHAVARRÍA VARGAS, J.A., «De la fortaleza…», pág. 18.
[4]ABD ALLĀH, Memorias, en El siglo XI en 1.ª persona. «Memorias» de ̔Abd Allāh, último Rey Zīrí de Granada destronado por los Almorávides (traducción, introducción y notas de E. Leví-Provençal y E. García Gómez), Madrid, Alianza Editorial, 1980, pág. 185.
[5]MARTÍNEZ ENAMORADO, V., Al-Andalus desde la periferia…, págs. 326-327 y 579.
[6]FERNÁNDEZ LÓPEZ, S., «La fortaleza y tā‛a…», págs. 41-46.
[7]LADERO QUESADA, M.A., «La defensa de Granada a raíz de la conquista. Comienzos de un problema», Miscelánea de Estudios árabes y hebraicos XVI-XVII, Granada, Universidad de Granada, 1967-1968, pág. 27; véase también RUIZ GARCÍA, P. La taha de Frigiliana…, págs. 19-27.
[8]RUIZ GARCÍA, P. y MARTÍN CÓRDOBA, E., «La capitulación…», págs. 7-16.
[9]VALERA, D. de, Crónica…, pág. 237.
[10](A)RCHIVO (G)ENERAL DE (S)IMANCAS, Escribanía Mayor de Rentas, Tenencias de Fortalezas, legs. 1 y 2, Abentomiz, sin foliar.
[11]A.G.S. Contaduría del Sueldo, 2ª Serie, legs. 371-1 y 378-1.
[12]Idem. Véase también VAZQUEZ RENGIFO, J., Grandezas de la ciudad de Vélez y hechos notables de sus naturales, Vélez-Málaga, Arte y Cultura, 1998, pág. 99.
[13]A.G.S. Secretaría de Guerra y Marina, leg. 1, doc. 182.
[14]Relaçión de la fortaleza de Abentomyz, tierra de la çibdad de Vélez-Málaga, y de los muros e torres della. Pedro Fernández de Madrid. Bentomiz, 2 de marzo de 1509. ARCHIVO DE LA ALHAMBRA DE GRANADA, Leg. 20, doc. 1,fols. 2-2 v.
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