Grupo San Miguel (foto: José Padial Bobadilla, cortesía de la Asociación de Vecinos Las Protegidas) |
Acabada la Guerra
de España, uno de los principales problemas que tuvo que abordar el régimen
franquista fue el de la reconstrucción del país que en gran medida sus integrantes habían contribuido a destruir y la edificación de viviendas. Unos días después de
emitirse el último parte oficial de guerra, firmado por Francisco Franco el
primero de abril de 1939, se promulgaba la Ley
de 19 de abril de 1939, por la que se establecía un régimen de protección a
la vivienda de renta reducida y se creaba el Instituto Nacional de la Vivienda
(I.N.V.), dependiente del ministro de Organización y Acción Sindical, encargado
de su aplicación. Hasta entonces había estado vigente una ley de casas baratas que
databa del año 1911, pero al asumir el nuevo Estado la tarea de ordenación de
las ciudades y la construcción de viviendas se hizo necesario elaborar un
cuerpo legislativo de decretos y leyes que se inició con esta de 1939. En ella
se establecía un régimen de protección a favor de entidades y particulares que
construyeran “viviendas higiénicas de renta reducida” incluidas en proyectos
del Instituto Nacional de la Vivienda, que se denominarían “viviendas protegidas”.
Pero como el I.N.V. no era un organismo constructor, ya que sus funciones eran planificadoras
y organizativas, se decidió establecer una entidad colaboradora de dicho
instituto, la Obra Sindical del Hogar y de Arquitectura (O.S.H.A.), creada en diciembre
de 1939 por la Delegación Nacional de Sindicatos de Falange Española
Tradicionalista y de las J.O.N.S. Esta organización, en principio solo de
estudio y análisis, terminó convirtiéndose en una entidad constructora dos años
después, en 1941, si bien su época de mayor actividad tuvo lugar a partir de
1954.
Simbología de la Delegación Nacional de Sindicatos de F.E.T y de las J.O.N.S. que figuró en el Grupo San Miguel (foto del autor) |
Simbología de la Delegación Nacional de Sindicatos de F.E.T y de las J.O.N.S., uno de los ejemplares que aún se conservan en el Grupo San Miguel (foto del autor) |
Durante los
primeros años de actuación de la O.S.H.A. el ritmo de construcción fue
insignificante, si se tiene en cuenta que el déficit de viviendas de España
rondaba el millón y medio, primándose la construcción de la vivienda rural
dentro del proyecto de revitalización agrícola propio de la autarquía económica
del país. Será en la década de 1950 cuando el éxodo rural y la afluencia de
inmigrantes a las ciudades hará necesario imprimir un ritmo mayor a la
construcción de viviendas sociales, a la vez que se amortiguaba el paro,
gracias al impulso de un sector, el inmobiliario, que proporcionaba un gran volumen
de beneficios. En consecuencia, el gobierno procedió a elaborar un paquete de
normas sobre protección de la vivienda de renta limitada, a la vez que daba
paso al segundo Plan Nacional de la Vivienda, iniciado en 1955. Así, por el Decreto-ley de 14 de mayo de 1954 se
encargaba al I.N.V. la ordenación de un plan de viviendas de ‘tipo social’ y se
establecían las características que estas debían tener: una superficie máxima
de 42 m2 y un coste de 25.000 pesetas, pudiendo ser promovidas por
entidades sin ánimo de lucro, como los ayuntamientos, y encomendándose su
construcción a la O.S.H.A. La Ley de 15
de julio de 1954 sobre protección de viviendas de renta limitada, seguida
de su Reglamento de aplicación
aprobado por el Decreto de 24 de junio de 1955, regulaba y clasificaba las
viviendas protegidas de renta limitada (las había de distintas categorías,
tamaño y coste) y, entre otras cosas, establecía fórmulas de crédito para su
construcción, así como bonificaciones y exenciones tributarias. En aplicación
de dicha ley y de su reglamento, se promulgó el Decreto de 1 de julio de 1955 por el que se autorizaba al I.N.V. a
construir 550.000 viviendas en un plazo de cinco años, priorizándose la
construcción en una serie de provincias, entre las que se encontraba la de
Málaga; posteriormente, el Decreto de 9 de diciembre de 1955
encomendaba a la O.S.H.V. la construcción de 3.000 viviendas en Málaga y
su provincia, de las que 2.000 serían en la capital y las 1.000 restantes en la
provincia “de las denominadas de tipo social y destinadas exclusivamente a
familias modestas”. Es en este contexto en el que debemos situar la construcción del
primer grupo de viviendas protegidas de ‘tipo social’ en Nerja objeto de esta
entrada, el Grupo San Miguel, levantado en El Tablazo.
Límites de Nerja hacia 1830, rotulados en color rojo sobre fotografía aérea del Vuelo Americano, año 1957 |
Desde su fundación en la década de 1630 en torno al castillo Bajo (actual
Balcón de Europa), la moderna localidad de Nerja había crecido urbanísticamente
a partir de una serie de vías que se extendían de forma radial desde aquella
fortificación (Plaza de Cavanas y El Barrio, Granada, Pintada, Cristo y Carabeo,
con sus nombres actuales), algunas de ellas conectadas entre sí por otras
transversales. Durante la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX la
expansión urbana se dirigió hacia el norte, alcanzando su límite máximo en la
plaza situada frente al cementerio de San Miguel y la calle del mismo nombre,
por donde transcurría un tramo de la carretera de Málaga a Almería; descartados
tanto el norte como el sur, por ser zona marítima, y el oeste, donde se
encontraban las fértiles tierras del pago del Chaparil, respetado todavía como
zona agrícola, la única posibilidad de crecer se encontraba al este de la
villa, donde se extendía un enorme pago perteneciente a sus propios: El
Tablazo.
Era esta una extensión de terreno inculto cuyo suelo, formado
por una costra calcárea o conglomerado cementado denominado ‘brecha mortadela’,
conocido en Nerja con el nombre de ‘tablazo’ (de ahí el nombre de la zona), era
impracticable para la agricultura, a menos que se cubriera con una cantidad
suficiente de tierra apropiada para ello. El Tablazo estaba dividido en dos
partes por la carretera de Málaga a Almería que lo atravesaba: el Tablazo de
Arriba, al norte de la carretera y el Tablazo de Abajo, al sur de la misma. En
1945 El Tablazo se encontraba registrado incomprensiblemente a nombre del Estado en el catastro rústico de Nerja, por lo que “siendo de suma necesidad
poderse disponer de esta parcela para la construcción de casas que sirvan de
ampliación a la población”, el Ayuntamiento acordó solicitar al delegado de Hacienda
la cesión de terrenos o la autorización para edificar cuantas casas fueran
necesarias[1].
Diez años después, el Ayuntamiento había solventado el problema y el 1 de
marzo de 1956 acordaba inscribir El Tablazo a su nombre en el Registro de la
Propiedad de Torrox.
Entre octubre y noviembre de 1955 el Ayuntamiento de Nerja, a
cuyos propios pertenecían los terrenos, decidió destinar El Tablazo a la
edificación por medio de compraventa como ensanche del núcleo de población; se
instruyó el expediente correspondiente para su enajenación, destinándose a ello
una parcela de 10 ha segregada de otra mayor, valorada en 200.000 pesetas,
“puesto que no sirve más que para edificar y es el ensanche natural de este
pueblo”[2]. El
área urbanizable iba a solucionar el problema de espacio edificable, dando
cabida a dos tipos de construcciones: por un lado, a una serie de viviendas
sociales protegidas que serían el núcleo a partir del cual se originó la
barriada conocida con el nombre de Las Protegidas; por otro, se proporcionaba
terreno a los promotores de urbanizaciones residenciales que al calor del
turismo que empezaba a llenar la Costa del Sol (la Presidencia del Gobierno acababa
de publicar el Estudio para la ordenación turística de la Costa del Sol)
veían inmejorables oportunidades de negocio.
El 1 de marzo de
1956, el alcalde de Nerja, Antonio Millón Ramírez, se dirigía a la corporación
municipal comunicándole
“…que todos tienen conocimiento del grupo de 50 viviendas ‘Tipo Social’ que tiene en proyecto la Obra Sindical del Hogar y de Arquitectura en este término municipal. Naturalmente habría que facilitar los terrenos apropiados para ello sin dilación alguna, por lo que sometía el caso a la Corporación para que deliberase sobre el mismo a fin de dar cima a cosa tan importante y necesaria. Deliberado ampliamente el particular y después de un detenido estudio se acordó ceder, de los terrenos propiedad del Ayuntamiento situados en el lugar denominado El Tablazo, la cantidad necesaria para el caso, ya que es infinitamente mayor, con lo que se da la facilidad propia para conseguir las construcciones tan precisas que se proyectan.”[3]
Con fecha 4 de
junio de 1956, la O.S.H.A. aceptó la cesión, estimándose suficientes para la
construcción de las cincuenta casas de ‘tipo social’ una extensión de 8.630,74
m2. Asimismo, el Ayuntamiento procedía a justificar cuantos extremos
se le requerían, fijados por el Reglamento de Bienes Municipales vigente, como
que la construcción redundaría en beneficio de los habitantes del pueblo; que
la finca era objeto de desafección de todo uso y servicio público y de
aprovechamiento comunal; que estaba inscrita como bienes de propios del
Ayuntamiento en el Registro de la Propiedad de Torrox; y que El Tablazo no
estaba sujeto a ningún plan de ordenación ni reforma urbana ni lo estaría en los siguientes diez años[4].
Además, la Corporación adquiría el compromiso de adjudicar las viviendas a los
cincuenta vecinos que cumplieran los requisitos establecidos (en Nerja, que
entonces tenía algo más de 7.000 habitantes, había muchos más con necesidades
de vivienda), y se comprometía a sufragar las obras de urbanización del grupo y
dotarlo de abastecimiento de agua y fluido eléctrico.
El Grupo San Miguel, a la derecha, y otras viviendas protegidas en El Tablazo (foto: Paisajes Españoles, cortesía de la Asociación de Vecinos Las Protegidas) |
En enero de 1958 la
O.S.H.A. anunciaba una nueva subasta o concurso restringido para la
construcción de las viviendas, pues la primera había quedado desierta, y en
abril el alcalde de Nerja y el delegado provincial de Sindicatos firmaban el convenio
de urbanización del grupo al que, posteriormente, en agosto de 1961, una vez
que estuvieron finalizadas las obras, hubo que añadir un convenio adicional,
pues el coste real ascendió a 459.177,63 pesetas, superior en 100.000 pesetas al
estimado inicialmente en el primer convenio. El Ayuntamiento debería devolver a
la Organización Sindical de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S.,
a través de la O.S.H.A., dicha cantidad, obtenida de un préstamo concedido a un
interés del 4% anual, en un plazo de veinticinco años a contar desde el 1 de
enero de 1962.
Placas cerámicas con el nombre del grupo San Miguel (foto del autor) |
Una vez iniciadas
las obras, en octubre de 1958 el pleno municipal aprobó la denominación de
Grupo San Miguel para el grupo de las cincuenta viviendas en honor al patrono
de la localidad[5].
En mayo de 1959, cuando aún proseguía la construcción, se designaron los
nombres de las calles y la numeración de las casas, que serían los siguientes:
calle Chile, números 1-3-5-7-9 y 11; calle Puerto Rico, números de la derecha
2-4-6 y 8, y números de la izquierda 1-3-5 y 7; calle Costa Rica, números de la
derecha 2-4-6-8-10-12-14 y 16, y números de la izquierda 1-3-5 y 7; calle San
Juan de la Argentina, números de la derecha 2-4-6 y 8, y números de la
izquierda 1-3-5-7-9-11-13-15-17-19 y 21; y calle Barranquilla de Colombia,
números 2-4-6-8-10-12-14-16 y 18[6].
El 10 de junio de 1959 la O.S.H.A. comunicaba al Ayuntamiento que procediera al
suministro de agua y electricidad al Grupo San Miguel. Sin embargo, tanto la
finalización de la urbanización del grupo como las acometidas de luz y agua no
estuvieron finalizadas hasta 1961, llevándose a cabo la inauguración oficial y la
bendición del grupo el día 15 de abril de dicho año. Las
familias ocupantes de las nuevas viviendas debían pagar una cuota de
amortización mensual de 105 pesetas durante veinte años, periodo a lo largo del
cual estaban exentas de impuestos y tributos por vivienda. Las casas, de dos
plantas y distribuidas en seis bloques de adosados, eran pequeñas y desde un primer momento sus ocupantes tuvieron
que pedir licencia al Ayuntamiento para elevar las tapias de los patios y así
conseguir más espacio, siéndoles concedida sin mayores problemas.
Vivienda del Grupo San Miguel en la actualidad (foto del autor) |
Además del Grupo
San Miguel, otras viviendas, tanto de renta limitada como de distinto tipo se
construyeron en El Tablazo. Apenas comenzado el trámite para la construcción
del grupo, en septiembre de 1957, Antonio Tapia Liñán, que había adquirido
terrenos en El Tablazo, presentó el anteproyecto de una colonia residencial de
construcciones unifamiliares aisladas que se levantaría unos años después. Ese
mismo mes y año, se acordó levantar un plano de las viviendas que el
Secretariado de Caridad del obispado de Málaga había construido en la zona, en terrenos
pertenecientes a la parroquia de El Salvador, con objeto de permutarlos con
otros de propiedad municipal para que pudiera seguir edificando. En noviembre
de 1958, el Ayuntamiento acordaba solicitar la construcción de otras cincuenta
viviendas de renta limitada en El Tablazo, para lo que se mostraba dispuesto a
ceder el terreno necesario; no se hicieron de momento, pero en junio de 1964,
aprovechando la visita a Nerja del entonces ministro de Vivienda, José María
Sánchez Arjona, obtuvo de él el compromiso de atender la petición. En enero de
1961 la inmobiliaria INCOSA, S.A. de Torremolinos solicitaba terreno para
construir un hotel, ofreciéndole el Ayuntamiento El Tablazo, a la vez que, más
tarde, en noviembre, decidía “ofrecer a la iniciativa privada solares aptos
para la construcción de chalets y edificios residenciales para fomento del
turismo”[7].
En 1962 el arquitecto municipal, Luis Altuna Mendizábal, presenta el
anteproyecto de construcción de veinticuatro viviendas subvencionadas que
debían acoger a las familias que habitaban las casas de la playa de Calahonda y
que iban a ser desplazadas al producirse la expropiación de las mismas, dentro
del plan de ordenación del Balcón de Europa, Calahonda y el Salón; finalmente
estas viviendas se construirían en el Campo de Vidrio. En diciembre del mismo
año 1962 el Ayuntamiento cedía al Ministerio de Información y Turismo los
terrenos situados al sur de El Tablazo, sobre los acantilados, para el Parador Nacional de Turismo de Nerja, inaugurado en 1965[8].
El Tablazo de Arriba, por su parte, sería urbanizado con viviendas,
construcciones escolares, como el Colegio Libre Adoptado Nuestra Señora de las
Angustias (hoy I.E.S. Sierra Almijara), el Campo Municipal de Deportes, etc.,
mientras la carretera de Málaga a Almería se convertía en la arteria que
conducía a la Cueva de Nerja, descubierta (o explorada) en enero de 1959 y convertida
en foco de atracción de visitantes y turistas, y en sus márgenes se instalaban diversos
servicios, como la primera Oficina Municipal de Turismo o el Hotel Luna.
Único ejemplar de farola de pared, actualmente inutilizada, que queda de la iluminación primitiva del Grupo San Miguel (foto del autor) |
Jícaras cerámicas para cables pertenecientes al primitivo tendido eléctrico del Grupo San Miguel (foto del autor) |
Conforme la
barriada de Las Protegidas iba formándose, como se ha dicho a partir del Grupo
San Miguel, se consideró necesario equiparla con una parroquia que atendiera
las necesidades espirituales de los vecinos. La nueva parroquia de San Miguel
fue erigida por decreto de 30 de septiembre de 1974 del obispo de Málaga, Ramón
Buxarrais Ventura, y al principio quedó instalada en locales provisionales al
no estar construida la iglesia. El templo se construyó en un solar de 1.267 m2
de superficie cedido gratuitamente por el Ayuntamiento el 14 de junio de 1973.
El edificio, de planta rectangular, fue proyectado por el arquitecto Bernardo
Pozuelo Muñoz, pero a comienzos de 1977 aún no estaba terminado, por carecerse
de fondos; el coste de la obra ascendía a 8.000.000 de pesetas, de los que el
obispado y los feligreses habían logrado aportar algo más del 60%; el
Ayuntamiento solicitó al Ministerio de Trabajo una subvención de paro obrero
por la cantidad restante. La iglesia se pudo concluir y fue bendecida el 7 de
octubre de 1977, cumpliéndose este año su cuadragésimo aniversario.
Iglesia de San Miguel. Arquitecto: Bernardo Pozuelo Muñoz, 1977 (foto del autor) |
A José Miguel Ortuño Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos Las
Protegidas, quien, paseando un día por su barriada, me reveló detalles de la misma para mí desconocidos.
[1]
(A)rchivo (M)unicipal de (N)erja.
Libro de Actas Municipales de 1945, acta del 15 de mayo.
[2]
A.M.N. Libro de Actas Municipales de
1955, acta del 25 de noviembre.
[3]
A.M.N. Libro de Actas Municipales de
1956, acta del 1 de marzo.
[4] Ibid., acta del 7 de julio.
[5]
A.M.N. Libro de Actas Municipales de
1958, acta del 22 de octubre.
[6]
A.M.N. Libro de Actas Municipales de
1959, acta del 6 de mayo.
[7]
A.M.N. Libro de Actas Municipales de
1961, actas del 28 de enero y 22 de noviembre.
[8]
A.M.N. Libro de Actas Municipales de
1962, actas del 15 de diciembre.
Muy bueno, Paco. Marca de la casa.
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