Etiquetas

martes, 5 de abril de 2022

Dos estelas del siglo XVIII para la sacralización del territorio junto al río Chíllar de Nerja

 



Estela de la Inmaculada Concepción, parte frontal (Año 1788), junto al río Chillar, en el término municipal de Frigiliana. (Foto del autor)


  

En la margen derecha del río Chíllar, la vía fluvial principal de Nerja, que en gran parte de su curso constituye la línea divisoria de los términos municipales de Nerja y Frigiliana, se encuentran dos estelas que, aunque en muy mal estado de conservación, aún permanecen como hitos antaño sacralizadores de esta parte del territorio. Una, junto a un camino, en el término de Frigiliana, a la que llamaremos Estela de la Inmaculada Concepción, y otra en una acequia, en el de Nerja, a la que denominaremos Estela de la Cruz (o de la Acequia), por los motivos iconográficos representados en ellas.

 

La existencia de estas estelas se explica en el contexto de la religiosidad barroca que durante los siglos XVII y XVIII impregnaba todas las manifestaciones de la vida: los actos, los trabajos, los rituales y las ceremonias se ordenaban según el año litúrgico y las solemnidades cristianas. El espacio tanto urbano como el rural, estaba salpicado de múltiples elementos protectores de simbología religiosa ante los que se santiguaba, se oraba, se rogaba y se hacían genuflexiones en un ritual continuo. Había cruceros en los caminos, estelas votivas, ermitas rurales, capillas callejeras, hornacinas, cruces señalando las estaciones del viacrucis en una especie de traslación a las ciudades y pueblos de la Vía Dolorosa de Jerusalén. Se bendecían los campos, las aguas, el inicio de la zafra en los ingenios azucareros... Todo, absolutamente todo, tanto la vida como la muerte estaban bajo la influencia de la religión y bajo el control de la Iglesia, y los símbolos religiosos eran omnipresentes.

 

1. Estela de la Inmaculada Concepción

 

Esta estela se encuentra en el ángulo formado por el camino denominado Colada de las Minas y la rambla del río Chillar en su margen derecha, en terrenos del actual término municipal de Frigiliana, y sus coordenadas UTM son: 30S 421626 4068395. El camino forma parte de la cañada real de Málaga a Motril; era transitado por ganados y total o parcialmente por quienes tuvieran que desplazarse en dirección este u oeste, entre Torrox o Frigiliana y Maro o Almuñécar, y viceversa, sin necesidad de pasar por el pueblo de Nerja. La estela, hasta hace poco semioculta por la maleza, se encuentra, por tanto, en un punto neurálgico, y ante ella tenían que pasar obligatoriamente los transeúntes, entre los que se encontraban los que utilizaban el camino de Frigiliana a Maro que transcurría por las riberas de los ríos Higuerón y Chíllar y conectaba en este punto con la Colada de las Minas.



Detalle de la hoja 1.054 del Mapa Topográfico Nacional de España del año 1911, donde se aprecia el área en que se encuentran la Colada de las Minas, a su paso por el río Chillar y su unión con el antiguo camino de Almuñécar.



La estela tiene forma de arco de medio punto, está labrada en mampostería y ladrillo, revocada y enlucida y presenta decoración incisa en su lado posterior e incisa y pictórica en el delantero. La cara frontal es la más interesante, aunque tanto su decoración como el texto que contiene están muy perdidos y la inscripción solo puede ser leída muy parcialmente; no obstante, los elementos iconográficos y las palabras legibles del texto, unidos a su ubicación, permiten plantear alguna hipótesis sobre su significado y función. Esta cara está orlada de roleos de acanto en tonos rojos y amarillos y en su parte superior hay una imagen de la Virgen María, concretamente una Inmaculada Concepción, de pie sobre un globo terráqueo, coronada con corona imperial y rayos dorados a ambos lados, vestida con túnica blanca y amplio manto, con las manos unidas ante el pecho, según el modelo iconográfico establecido en el barroco para la Inmaculada. La mitad inferior presenta tres líneas de texto muy perdidas y una cuarta con la fecha de la estela (o al menos de la decoración de esta cara) de las que a simple vista solo se puede leer lo siguiente:

 

[...] IMAGEN [...]

[...]

[...][AM]PARO DEFENCIVO A ESPE[...] HA

AÑO DE 1788.




Parte frontal de la estela de la Inmaculada Concepción, donde se aprecian las líneas de texto bajo la imagen de la Virgen. (Foto del autor)




Decoración de roleos de acanto orlando la estela. (Foto del autor) 

 

Hay un dato que podría estar relacionado con la estela que está recogido en las actas municipales del Ayuntamiento de Nerja de ese año. En junio de 1788 se recibía una carta de Manuel Sisternes y Feliu, fiscal del Supremo Consejo y Cámara de Castilla, dirigida a los concejos de Torrox y Nerja instándoles a que «compongan los caminos de su término, hasta incorporarse en el de Almuñécar», en cumplimiento de las órdenes dadas por el conde de Floridablanca, secretario de Estado y del Despacho[1]. En realidad, debían hacerse cargo de la construcción de un nuevo camino a Almuñécar, aunque seguramente se estuviera en un periodo de adaptación y mejora en el mantenimiento de todos los caminos existentes, a tenor de los decretos reales que desde años antes se estaban promulgando sobre esta materia y de la creación por Floridablanca de la Dirección General de Caminos unos años antes, en 1785.



Imagen de la Inmaculada Concepción, muy deteriorada, situada en la mitad superior de la estela. (Foto del autor)
 

En cuanto a la presencia de la Inmaculada como figura protectora, se explica bien porque en el momento en que se realiza la estela, o su decoración pictórica, España se encontraba en un proceso de furor inmaculista. Aunque el dogma de la Inmaculada Concepción no fue establecido por el papa hasta 1854, en España se observaba su solemnidad desde 1644, siendo declarada patrona de los tercios de Flandes e Italia. En 1760 el embajador de España ante la Santa Sede presentó una petición diciendo que las Cortes en 17 de julio de 1760 expusieron al rey 

«la perpetua e innata piedad y religión de todos los que tienen el nombre español a la Santísima Madre de Dios y Reina de los Ángeles Virgen María, principalmente en el misterio de su Inmaculada Concepción; y que siendo muy pocos los vasallos del rey católico que no estén incorporados en alguna orden militar, universidad, ayuntamiento, colegio, cofradía u otro cuerpo establecido legítimamente, se observa en todos ellos con el mayor cuidado, que al entrar haga cada uno juramento solemne de sostener y defender con todo celo, y hasta donde alcancen sus fuerzas, el misterio de la Inmaculada Concepción [...]», 

pidiendo el nombramiento de «patrona y abogada de todos los reinos y dominios de España». El papa accedió por medio del Breve Quantum Ornamenti de 8 de noviembre de 1760 y el 16 de enero de 1761 Carlos III promulgaba el decreto por el que se instauraba el Universal Patronato de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción en todos los Reinos de España e Indias[2].

 

El lado posterior de la estela contiene decoración incisa: una tosca figura antropomorfa tocada con bonete sacerdotal y la inscripción AÑO, seguido del monograma de la Virgen María y la cifra completamente ilegible.¿Fue un sacerdote el donante de esta estela, quien hizo el encargo y sufragó los gastos de la erección y decoración de la misma, queriendo el alarife dejar constancia de ello por medio de esta figura?



Lado posterior de la estela donde se aprecian la palabra AÑO, el monograma de la Virgen María y una figura antropomorfa. (Foto del autor)



El estado de la estela en general y de su decoración en particular es pésimo, habiéndose perdido gran parte de ella. Conforme pasa el tiempo el deterioro se agrava, por lo que urge que el Ayuntamiento de Frigiliana tome cartas en el asunto y asegure su preservación y valoración, incorporándola a los instrumentos de protección con que cuenta el municipio y promoviendo una intervención en ella. Ahora quizá sea posible, mediante las técnicas adecuadas, recuperar la lectura del texto, si no completo, al menos en una cantidad mayor de la que aquí ofrecemos, lo que permitiría confirmar o invalidar la hipótesis que planteamos, más adelante.



Cara posterior de la estela. Detalle de la figura antropomorfa tocada con bonete sacerdotal. (Foto del autor)

 

2. Estela de la Cruz (o de la Acequia)




Estela de la Cruz (o de la Acequia), en la acequia de Enmedio, junto al río Chillar, en el término municipal de Nerja. (Foto del autor)

 

Continuando río abajo, a unos escasos cien metros de la estela anterior, y, como dijimos, en término municipal de Nerja, se encuentra la que denominamos Estela de la Cruz (o de la Acequia), cuyas coordenadas UTM son: 30S 421674 4068357. Es de piedra revocada, tiene forma de arco apuntado, y en su cara anterior presenta, incisa, una cruz latina sobre peana semiesférica. El palo y los brazos de la cruz están formados por piezas cuadradas o rectangulares que imitan las cruces engastadas o las más humildes de guijarros.

 

La estela está situada en el cajero izquierdo de la acequia de Enmedio, a pocos metros de su cabecera, y tenía un carácter protector y sacralizador de las aguas que fluían por ella (en algunos lugares se bendicen las aguas de las acequias sumergiendo en ellas el pie de una cruz de orfebrería a la que se tiene especial devoción). Hasta el siglo XX, en que se instaló la distribución del agua a través de tuberías, el agua que se bebía en Nerja era conducida al pueblo a través de acequias a cielo abierto, por lo que la transmisión de enfermedades y epidemias estaban a la orden del día. Por tanto, con la instalación de la estela se pretendía que las aguas estuvieran bendecidas por el símbolo que contiene, garantizando el riego de los campos y asegurando el consumo humano y el funcionamiento de las manufacturas.



Canal de la acequia de Enmedio, en uno de cuyos cajeros se encuentra la estela de la Cruz. (Foto del autor)

 

De alguna manera, habría que conectar esta estela con el ingenio azucarero San Antonio Abad de Nerja (1591-1869). La de Enmedio es una de las tres acequias históricas con que cuenta Nerja (las otras son la Alta y la Baja o del Pueblo) y era la que abastecía de agua al citado ingenio. En su recorrido, antes de entrar en la vega de Nerja, rodeaba el cerro del Cautil, donde se tomaba el agua que se precipitaba sobre la voladera que movía los molinos del ingenio. En 1734 se documenta una obra en el ingenio, la elevación del muro que sostenía el canal que conectaba la acequia con la voladera, obra realizada por el albañil nerjeño Blas Cerdera, discípulo del maestro Antonio Moreno, también nerjeño, y sus peones. En dicho muro, incisos, están la fecha, los nombres de los albañiles y una decoración formada por olas, barcos de vela, lágrimas, peces y sendas cruces: una con peana y otra idéntica a la que figura en la estela que tratamos. Es posible que en aquella fecha, en todo caso en la primera mitad del siglo XVIII, se acometiera la renovación de la acequia, interviniendo en las obras los mismos alarifes que trabajaron en el ingenio.




Cruz con peana similar a la de la estela, incisa en el muro del canal de agua del ingenio San Antonio Abad de Nerja (año 1734). (Foto del autor)


Este es otro elemento del patrimonio histórico y cultural de Nerja cuya conservación y valoración, así como los del sistema hidráulico del que forma parte, corresponden a su ayuntamiento que debiera incorporarlos al inventario de bienes culturales del Plan General de Ordenación Urbana del municipio.



Otra cruz con peana incisa en el muro del canal de agua del ingenio San Antonio Abad de Nerja (año 1734). (Foto del autor)

 



[1] Archivo Municipal de Nerja. Libro de Actas Capitulares del año 1788.

[2] Colección de Cánones y de todos los Concilios de la Iglesia Española. Madrid, 1853, págs. 726-727.




2 comentarios :

  1. Como siempre alabar tu trabajo, preciso,documentado y riguroso.
    Es mucha la deuda que los vecinos tenemos contraída contigo.

    ResponderEliminar