Como la nube pasa y se deshace...
Job 7,9
Mausoleo de Patricia Muñoz López († 1880). Nerja, Cementerio de San Miguel |
En 1787 el rey Carlos III estableció la obligación de inhumar los cadáveres en cementerios situados extramuros de las poblaciones, pues hasta entonces se hacía en el interior de las iglesias, en bóvedas o criptas, llamadas carneros, o en cementerios parroquiales adosados a los templos. La medida no se implantó de inmediato ni de manera generalizada, sino que se fue aplicando paulatinamente, sobre todo desde comienzos del siglo XIX.
Nerja tuvo un primer cementerio situado extramuros construido en 1804 en un solar hoy ocupado por el Cuartel de la Guardia Civil. Medio siglo después este cementerio terminó quedándose pequeño y rodeado de casas, debido al crecimiento de la población, por lo que se hizo necesario construir otro en un lugar más alejado, abandonándose el primero.
El nuevo cementerio, llamado de San Miguel, al que ya dediqué una entrada en este blog (hacer clic aquí para acceder a ella), fue proyectado por el maestro de obras de la villa, Pedro de Algarra y se abrió en 1853[1]. El diseño seguía el modelo de los cementerios neoclásicos; era un rectángulo, casi un cuadrado, de 40 x 35,5 m; en el centro del lado norte se situaba la capilla, conectada con la puerta de entrada, situada en el lado sur, por un pasillo de 1,50 m de ancho que divide el espacio en dos mitades o cuadros. El cementerio, que está rodeado por unos muros exteriores, disponía cuando se bendijo de setenta y cinco nichos y veintisiete zanjas y dos bóvedas de mampostería a ambos lados que ocupaban un área de unos 1.000 m2. En la fachada principal, orientada al sur, se encuentra la puerta de entrada con arco de medio punto, flanqueada por doble juego de pilastras y rematada por un frontón mixtilíneo en el que se inserta una placa con el siguiente texto: «Mandó construir este cementerio el Ayuntamiento Constitucional de Nerja siendo su presidente D. José García Peralta. Año 1853». En 1885 el cementerio se amplió, según proyecto de Francisco Cantarero Martín, añadiéndosele un segundo patio de idénticas dimensiones y características que las del primero y algunas dependencias complementarias.
Nerja. Cementerio de San Miguel (Portada) |
Un cuarto de siglo después de su apertura, la ascendente burguesía terrateniente e industrial de Nerja quiso disponer de mausoleos con los que mostrar su posición social y económica en la ciudad de los muertos de la misma manera que lo hacía en la de los vivos. Algunas de estas familias, cuyos miembros fallecidos habían sido inhumados en nichos, decidieron trasladarlos a tumbas suntuosas en los cuadros derecho e izquierdo del primer patio, en las que se exhibiría el poder económico y social de sus ocupantes por medio de construcciones funerarias realizadas en mármol u otros ricos materiales y ornamentadas con esculturas y distintos motivos iconográficos.
La primera sepultura de estas características instalada en el cementerio de Nerja fue la de Patricia Muñoz López, natural de Tarancón (Cuenca), quien falleció en Nerja a la edad de 30 años (según consta en su acta de defunción, aunque de 26, según inscripción que figura en el mausoleo) en su domicilio, situado en la plaza de la Constitución (hoy plaza Balcón de Europa). Celestino Muñoz López, antiguo administrador de aduanas de Nerja, fue quien solicitó al Ayuntamiento, el 15 de mayo de 1880, el terreno para levantar un mausoleo bajo el que inhumar los restos de su hermana Patricia. A continuación transcribo el acuerdo municipal que autorizó la concesión, por ser el primero que adoptó el Ayuntamiento de Nerja y el que serviría de modelo para ulteriores solicitudes de construcciones de mausoleos o panteones. Dice así:
«Se dio cuenta de la instancia que eleva D. Celestino Muñoz López, administrador que ha sido de esta Aduana y actualmente oficial vista en la de Zamora, solicitando en el Cementerio Municipal un cuadrado de terreno de un metro setenta centímetros por lado, o sea una superficie de dos metros ochenta y nueve centímetros, que encerrará en una verja de hierro en cuyo centro elevará un mausoleo de mármol para colocar en su fondo cuando corresponda legalmente las cenizas de su Sra. hermana D.ª Patricia Muñoz y López, que falleció en esta villa el 28 del pasado marzo. Visto el art. 4.º del Reglamento Orgánico del Cementerio, aprobado por el Excmo. Sr. gobernador de la provincia en 20 de enero de 1854, que autoriza a censo estas concesiones siempre que no desfiguren en manera alguna la dirección y construcción del lugar sagrado.
Abierta deliberación y considerando que el mausoleo da mayor realce a la suntuosidad y estética del cementerio sin perjudicar en nada a su capacidad, puesto que debe elevarse en la encrucijada derecha, o sea en la calle central que divide los cuadros. Considerando que el terreno solicitado equivale próximamente al de dos sepulturas, cada una de las cuales en nicho satisface un canon anual de dos pesetas cincuenta céntimos, el Ayuntamiento acordó: 1.º Conceder a D. Celestino Muñoz y López los dos metros ochenta y nueve centímetros de superficie en el Cementerio Municipal que devengará anualmente cinco pesetas para que pueda levantar, desde luego, el mausoleo en que hayan de colocarse las cenizas de su Sra. hermana pasado el tiempo y observadas las formalidades prevenidas en la Real Orden de 19 de marzo de 1848[2], debiendo adelantar en la misma proporción de los nichos y con iguales condiciones de seguridad y responsabilidades treinta pesetas, con las cuales deja satisfechas las cinco anualidades del canon. Y 2.º Que este acuerdo sirva de regla general para casos análogos»[3].
Mausoleo de Patricia Muñoz López (†1880) (parte frontal del basamento). Nerja, Cementerio de San Miguel |
El mausoleo, situado en el cuadro derecho del primer patio según se entra al cementerio, está realizado en mármol blanco. Consta de un basamento prismático trapezoidal de base rectangular coronado por frontones triangulares con acróteras en los vértices; tiene un remate de perfil mixtilíneo y sendos pergaminos que sostienen una cruz latina de altura similar al basamento. Toda la sepultura está rodeada por una verja de hierro. La cara frontal del basamento está decorada con una serie de elementos en relieve de clara resonancia masónica (¿pertenecía el comitente, Celestino Muñoz, a alguna logia masónica?, ¿era masón el autor del mausoleo?, ¿lo eran ambos?): un arco en cortina que enmarca un reloj de arena alado y dos rosetas de cuatro pétalos; el remate contiene el relieve de dos ramas con bayas entrelazadas por su base que pudieran ser de laurel u olivo. El reloj de arena representa el tiempo, pero el reloj de arena alado es una alegoría del tempus fugit (el tiempo huye, el tiempo vuela), tomada de las Geórgicas del poeta Virgilio, y es un símbolo que forma parte de la iconografía funeraria masónica que representa el fluir del tiempo y lo inexorable de la muerte. Hay, además, una inscripción: «Patricia Muñoz. Nació el año 1854. Murió el año 1880».
Además de Patricia Muñoz López, fue inhumado bajo el mismo mausoleo el propio Celestino Muñoz López, como vimos, funcionario de Hacienda en la sección de Aduanas que prestó servicio en Nerja y en distintas localidades de España, falleciendo a comienzos del siglo XX, en 1902 como muy tarde. También fueron inhumados en la misma sepultura a partir de 1910 los suegros de Celestino Muñoz Luis Cañas García y Matilde Jaramillo Mera. Ignoramos si, en adelante, lo fueron otras personas.
Alegoría del Tempus fugit en el mausoleo de Patricia Muñoz López |
En la actualidad, el cementerio de San Miguel de Nerja cuenta con veintiocho sepulturas suntuarias, entre panteones y mausoleos, situadas en los dos cuadros del primer patio o patio histórico. El cementerio contiene, además, un registro documental de familias, individuos y cronología de sus vidas que posee un valor histórico al que se suma un enorme valor patrimonial por la variedad de tipologías sepulcrales, por la cantidad y calidad de elementos arquitectónicos y escultóricos de carácter funerario que posee y sobre todo por el buen estado de conservación de los mismos, que lo convierten en uno de los cementerios patrimoniales más importantes y mejor conservados de la provincia de Málaga y para el que, desde aquí, reclamo la protección que merece como bien del Patrimonio Histórico Cultural de Nerja.
Ramas entrelazadas en el mausoleo de Patricia Muñoz
[1] (A)rchivo (M)unicipal de (N)erja, Expediente para la corta de pinos para la construcción del cementerio. Leg. H 066, doc. 1.
[2] Se trata de la Real Orden de 19 de marzo de 1848, modificatoria y comprensiva de las de 27 de marzo de 1845 y 21 de febrero de 1846, sobre exhumación y traslación de cadáveres, y honorarios de los facultativos en los reconocimientos correspondientes. (Nota del autor).
[3] A.M.N. Libro de Sesiones Municipales de 1880, sesión de 15 de mayo.