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sábado, 23 de octubre de 2021

La conservación, restauración y rehabilitación de bienes del Patrimonio Histórico de Nerja de titularidad municipal y su puesta en valor, una urgente necesidad (1)

 




 

El municipio de Nerja posee un importante Patrimonio Histórico, resultado de siglos de historia cuyos restos materiales e inmateriales han llegado en mejor o peor estado de conservación hasta nuestros días; no todo este patrimonio (parte de titularidad privada y parte de titularidad pública) cuenta con la protección jurídica que otorga la legislación vigente. Aunque toda la normativa por sí sola no garantice la conservación del Patrimonio Histórico si no hay voluntad de mantenerlo por parte de las personas e instituciones responsables y si no se ponen los medios adecuados para ello, es fundamental que cuente con el debido reconocimiento y cobertura legal.

 

En la actualidad hay una parte de este Patrimonio Histórico declarado Bien de Interés Cultural (BIC), lo que lleva aparejada la máxima protección jurídica con que cuenta un bien en nuestro país. Son todas las fortificaciones, entre ellas las seis antiguas torres costeras (Macaca, Torrecilla, Maro, Río de la Miel, Pino y Caleta); la Cueva de Nerja; y el Sitio Histórico Paraje Pintoresco de Maro. Hay otros bienes no declarados BIC, pero que están incluidos en el catálogo de bienes protegidos del vigente Plan General de Ordenación Urbana de Nerja que tienen otro nivel de protección, pero lo tienen. Son veintiséis bienes, de los que la mitad ya están catalogados BIC por la normativa de rango superior (además, en estos momentos se encuentra en tramitación el expediente de declaración BIC de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, promovido por el Ayuntamiento de Nerja), cuyo listado completo puede ser consultado haciendo clic en este enlace

 

Hay otro patrimonio no catalogado ni protegido, la mayor parte de él de propiedad privada, que algunos investigadores hemos tratado en diferentes publicaciones: el Patrimonio Industrial azucarero, del que Nerja y Maro cuentan con un buen número de restos[1]; bienes o restos de otros sectores industriales, como son el papelero, el minero[2], las hidroeléctricas[3], los molinos harineros, o la abundante arquitectura del agua. Gran parte de este patrimonio, en algunos casos lo que queda de él, se encuentra abandonado y en serio peligro.

 

En esta y próximas entradas trataré sobre la urgente necesidad de intervenir, para su conservación y puesta en valor, en cuatro bienes del Patrimonio Histórico que son de titularidad municipal: el edificio de la antigua fábrica de miel de caña RIFOL, conocido popularmente como La Maquinilla; la calzada romana de la Coladilla; el puente sobre el barranco de Maro, patrimonio de la obra pública y Lugar de Memoria Histórica de Andalucía; y el expediente sobre la ermita de Nuestra Señora de las Angustias conservado en el Archivo Municipal de Nerja. Comenzaré por este último, por ser un bien desconocido por la mayor parte de los lectores.

 

El expediente sobre la ermita de Nuestra Señora de las Angustias



Expediente sobre la ermita de Nuestra Señora de las Angustias. Archivo Municipal de Nerja, Leg. H-027, fol. 1 r.º



El Archivo Municipal de Nerja, en su sección histórica, conserva algunos importantes documentos sobre la ermita de Nuestra Señora de las Angustias. Se trata de los documentos 3.1 y 3.2 del legajo H-027 que forman parte del Patrimonio Documental Andaluz incluido en el Título VIII de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía. Si bien toda la documentación que se conserva en un archivo tiene valor, porque constituye una de las fuentes para el conocimiento histórico, este expediente tiene un valor añadido para el pueblo de Nerja, pues contiene los documentos del proceso por el que, en 1853, la Corporación Municipal, en representación del pueblo de Nerja, obtuvo el patronato, hasta entonces en manos privadas, de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias.

 

El estado de estos documentos hace necesaria su restauración si se quiere asegurar la conservación de los mismos e impedir el avance de su deterioro; así mismo, su digitalización permitiría consultarlos sin someterlos al proceso de desgaste al que, inevitablamente, se ven expuestos cuando se hace de forma física. A finales de 2019, cuando se preparaba la conmemoración del tricentenario de la fundación de la ermita, propuse al Ayuntamiento de Nerja la restauración de estos documentos y su presentación y exposición temporal, así como la exposición de los trabajos, en el Museo de Nerja, debidamente contextualizados para su conocimiento y valoración por parte de la ciudadanía. La declaración de pandemia en marzo de 2020 interrumpió la celebración del tricentenario, siendo cancelados los actos previstos. Encontrándonos en una situación felizmente distinta de aquella, considero llegado el momento de acometer la restauración propuesta y valorar su posterior exhibición pública. No serían estos los primeros documentos restaurados del Archivo Municipal de Nerja. En noviembre de 2017 se presentó en el Museo de Nerja la restauración del Libro del Privilegio de Nerja y Torrox (año 1705) y en abril de 2018 las de la Real Ejecutoria por la que se le concedía a los vecinos de Nerja la propiedad de las tierras, casas y huertos que hasta entonces habían estado en manos de la ciudad de Vélez-Málaga (año 1747) y la toma de posesión de la puebla de Nerja de las tierras, casas, huertos y dehesas de su término (años 1747 y 1750), realizadas en los talleres del Archivo Histórico Provincial de Málaga; además se abrió el archivo en línea de la web municipal que permite consultar los citados documentos digitalizados, así como todas las actas municipales conservadas entre 1765 y 1990, también digitalizadas.

 

El documento 3.1 es el Espediente sobre que la Patrona de la Hermita de N. S. de las Angustias cumpla con las obligaciones que son de su cargo, está fechado en 1852, aunque su contenido se extiende hasta 1853. Fue incoado por el Obispado de Málaga y es el original del mismo que fue entregado al Ayuntamiento de Nerja, según se certifica en el mismo expediente. Una copia debió archivarse en la Secretaría de Cámara del obispo y está irremediablemente perdida, pues el incendio del palacio episcopal en 1931 destruyó su archivo. Por lo tanto, este es el único ejemplar conservado de toda la documentación que contiene, con una salvedad a la que más adelante me referiré.

 

Para conocer y valorar la importancia de este expediente conviene saber que la ermita de Nuestra Señora de las Angustias de Nerja, fundada en 1720 por Bernarda Alférez, viuda de Luis López de Alcántara, su primera patrona, estuvo bajo el patronazgo familiar hasta 1826, en que falleció su último patrono, y también capellán, el sacerdote Francisco Antonio Rodríguez de Alcántara, bisnieto de la fundadora. A su muerte, y por disposición testamentaria suya, el patronato de la ermita pasó a los esposos Miguel Rebolledo y María de la Concepción Romero. Tras la muerte del esposo la viuda mantuvo el patronato hasta el 1 de agosto de 1853 en que lo cedió conjuntamente a la Corporación Municipal de la villa de Nerja «en representación de su común» y al canónigo nerjeño Juan Gutiérrez Correa, quien al poco tiempo renunció al copatronazgo, quedando dicha Corporación Municipal nerjeña como patrono único.



Matriz de la escritura de cesión del patronato de la ermita al Ayuntamiento de Nerja, otorgada en Málaga el 1 de agosto de 1853 ante el escribano Juan Bautista Vignola, incorporada en su protocolo de dicho año. Archivo Histórico Provincial de Málaga, leg. 4.391, fol. 1.304 r.º 

La fundadora y los primeros patronos habían construido y ornamentado la ermita y también la habían dotado con una serie de bienes que aseguraban su mantenimiento, así como el de la capellanía y las misas que habían instituido en ella. Pero María de la Concepción Romero, al enviudar, utilizó la ermita y su dotación para hacer frente a sus propias necesidades económicas. Había dispuesto del capital, un censo de 8.000 reales impuesto sobre tierras del ingenio azucarero San Antonio Abad de Nerja, con que estaba dotada la capellanía de la ermita; había vendido la corona de plata de la Virgen y otros enseres, sustituyéndola por otra de hojalata; no se celebraban las misas y actos litúrgicos por falta de fondos; y los desperfectos en el templo eran cuantiosos debido a la falta de mantenimiento, amenazando ruina algunas piezas de la casa anexa del ermitaño. El proceso que desembocó en la cesión (en realidad, venta) del patronato de la ermita por María de la Concepción Romero fue arduo y largo y queda recogido en el expediente. 

 

Ya en septiembre de 1848 el Ayuntamiento de Nerja había puesto en conocimiento del obispo, entonces Salvador José de los Reyes García de Lara, la situación lamentable en que se encontraba la ermita a causa del abandono de responsabilidades por parte de la patrona, María de la Concepción Romero, pidiéndole que se le exigiera cumplir con sus obligaciones y, en caso de persistir en su actitud, concederle al Ayuntamiento el cuidado del santuario. Como consecuencia, la patrona fue apremiada a ello por el Obispado y aunque esta aseguró que repararía el edificio, ignoró cuanto se le exigía, cosas todas a las que ella misma se había comprometido en la escritura de obligación de patronato otorgada en su día junto a su marido. Cuatro años después, el 31 de agosto de 1852, el Ayuntamiento se dirigía al nuevo obispo, Juan Nepomuceno Cascallana, en idénticos términos, proponiendo que, de persistir la patrona en su actitud, el patronato de la ermita pasara al pueblo de Nerja, lo que motivó la incoación del expediente que tratamos. 

 

El Obispado envió a Nerja al arcipreste de Torrox, José María Navarro y Landete, para recabar información sobre el terreno. Este encargó al maestro de obras de la villa, Pedro de Algarra, un informe pericial del estado del edificio que Algarra firmó el 20 de septiembre de 1852. Se encuentran insertos en el expediente, además de las comunicaciones entre el Ayuntamiento de Nerja, el Obispado y la patrona de la ermita antes comentados, el informe del maestro de obras y el dictamen del arcipreste de Torrox. Este proponía que María de la Concepción Romero reparara el edificio en breve plazo y llevara a cabo la reposición de los ornamentos sagrados, sostenimiento del culto y dotación de ermitaño, y de no cumplirlo, se entendiera que renunciaba al patronato, entregándose la ermita al Ayuntamiento.

 

Fueron varios los apremios enviados a María de la Concepción Romero por el Obispado incluidos en el expediente. Primeramente, se le dio un plazo de nueve días para cumplir lo mandado en la providencia del obispo, aunque, posteriormente, se le otorgó un plazo de treinta días que, de todas formas, ella no cumplió. Al fin, el 9 de julio de 1853, María de la Concepción Romero comunicaba al obispo que no podía hacer frente a sus obligaciones por encontrarse en «una situación lamentable, sin recursos aun para su subsistencia» y pedía licencia para la cesión del patronato al Ayuntamiento de Nerja, acordada con el alcalde, José García Peralta, de la que se otorgaría escritura «que servirá de título a el Alcalde y Ayuntamiento de Nerja como representantes del pueblo».

 

La escritura se otorgó en Málaga, el 1 de agosto de 1853, ante el escribano Juan Bautista Vignola y, aunque María de la Concepción Romero había pedido licencia para ceder el patronato solo al Ayuntamiento de Nerja, en la escritura esta institución comparte el patronato con el canónigo nerjeño Juan Gutiérrez Correa, cuyo primo, Manuel Gutiérrez, había sido el alcalde de Nerja que inició el proceso de reclamación del patronato en 1848. Los motivos por los que finalmente Gutiérrez Correa compartió el patronato con el Ayuntamiento están por ver, aunque parece que su papel consistió en ejercer de intermediario (¿por exigencia del Obispado para otorgar la autorización? ¿Por iniciativa propia, figurando como pagador de la suma entregada a María de la Concepción Romero a cambio de la cesión del patronato?), para acabar siendo un efímero copatrono. De hecho, él fue quien actuó en su nombre y también como representante del Ayuntamiento de Nerja en el otorgamiento de la escritura, y el expediente le fue entregado a él, aunque pasó a manos del Ayuntamiento que en todas las actuaciones posteriores figuraría como único patrono, así reconocido por el propio canónigo. De esta escritura, además del original dado por el escribano Vignola el mismo día de su otorgamiento e incorporado al expediente, se conserva la matriz, inserta en su protocolo del año 1853, depositado en el Archivo Histórico Provincial de Málaga[4]. El original del Archivo Municipal de Nerja está deteriorado, siendo ilegibles las últimas líneas de cada folio por efecto de la humedad. Es el único documento del expediente del que se conserva otro ejemplar, como ya dije más arriba, y gracias a la matriz del archivo malagueño podemos conocer el texto completo de la escritura[5]. El expediente se cierra con el auto de aprobación de la cesión y nombramiento de los nuevos patronos por la jurisdicción eclesiástica ordinaria, dado el 5 de agosto de 1853.



Primer folio del original de la escritura de cesión del patronato de la ermita al Ayuntamiento de Nerja, otorgada en Málaga el 1 de agosto de 1853 ante el escribano Juan Bautista Vignola, inserta en el expediente conservado en el Archivo Municipal de Nerja


El documento 3.2 es un inventario de los enseres de la ermita realizado por acuerdo del pleno municipal el 28 de agosto de 1853, unos días después de obtenido el patronato. Por él conocemos el mobiliario, los enseres de la ermita, las imágenes a las que se rendía culto en el santuario, y las ropas y alhajas de la Virgen de las Angustias, que confirman la veracidad de las acusaciones del Ayuntamiento contra la anterior patrona. Hay también otro inventario de la ornamentación, objetos de metal y telas realizado el 1 de julio de 1885.




Continuará



[1]CAPILLA LUQUE, Francisco, La industria azucarera en Nerja y Maro (I). Los ingenios preindustriales, Vélez-Málaga, 2016, y La industria azucarera en Nerja y Maro (II). Las fábricas, Vélez-Málaga, 2017.

[2]YUS RAMOS, Rafael, Un siglo de actividad minera en la Sierra de Nerja, 1826-1928, Vélez-Málaga, 2013.

[3]ROJO PLATERO, Pablo, Las fábricas de la luz. La llegada de la electricidad a la comarca de la Axarquía, Vélez-Málaga, 2019.

[4]Archivo Histórico Provincial de Málaga, Leg. 4.391, fols. 1.304 r.o-1.306 v.o.

[5]Transcripción de la escritura en CAPILLA LUQUE, Francisco y ARCOS VON HAARTMAN, Estrella, La ermita de Nuestra Señora de las Angustias de Nerja y sus pinturas murales, Nerja, 2012, págs. 55-57.