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lunes, 11 de abril de 2016

Una marina en el ingenio 'San Antonio Abad' de Nerja



MARINA. Se llama en la Pintúra el quadro en que está pintado el mar, las naves ó puerto.
Real Academia Española, Diccionario de la lengua castellana, 1734.

 
Ingenio 'San Antonio Abad' (Nerja). Barco con velas desplegadas (fotografía del autor)

En septiembre de 1713 moría en Granada Luis López de Alcántara, quien desde 1700 había sido propietario del ingenio azucarero de la puebla de Nerja, conocido posteriormente con el nombre de ‘San Antonio Abad’. A partir de entonces su hijo Andrés se convirtió en el poseedor y administrador del establecimiento, cuya propiedad compartiría con otros familiares hasta 1731 en que compró a todos los herederos sus respectivas partes, quedando como único dueño del ingenio y tierras de Nerja.


Ingenio 'San Antonio Abad' (Nerja). Inscripción en el muro de contención de un bancal (fotografía del autor)

El ingenio había sido construido en 1591 y antes de ser adquirido por  López de Alcántara había pertenecido a distintos propietarios, algunos de los cuales lo fueron ampliando durante el siglo XVII, a la vez que introducían mejoras en sus instalaciones y pertrechos. A comienzos del siglo XVIII era un enorme complejo azucarero en el que Andrés López de Alcántara también acometería algunas obras de mejora que afortunadamente están documentadas. Una de ellas fue la construcción de los muros de contención de las tierras abancaladas inmediatas al ingenio por su lado de poniente. Estos muros eran de mampostería revocada y enlucida, y en uno de ellos se conserva una inscripción incisa con la fecha AÑO DE 1715 adornada con flores de cardo; debieron ser realizados por el maestro Antonio Moreno, entonces activo en Nerja, quien, por ser el más afamado alarife con que contaba la localidad en aquel tiempo, probablemente también ejecutó las obras de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, fundada por la familia propietaria del ingenio. También inició, aunque dejó inconclusa, la construcción de una cerca de protección alrededor del ingenio que finalmente se haría completa más tarde, en 1765.


Ingenio 'San Antonio Abad' (Nerja). Flores de cardo (fotografía del autor)

Aunque la intervención que aquí nos interesa consistió en la elevación del muro situado a poniente del cuarto de la molienda y sobre él se hizo un canal para que fluyera el agua proveniente de la acequia de Enmedio y se precipitase sobre la voladera que transmitía su movimiento a los molinos. Ya existía un canal anterior a menor altura en la parte inferior del muro, el primitivo, construido con tapias de mampostería separadas por hiladas de ladrillo con machos de piedra sillar, concretamente de toba calcárea. El muro debió elevarse al instalarse una voladera de mayor tamaño en sustitución de la primitiva que necesitaba una caída de agua más potente para moverse con rapidez. El nuevo muro, de mampostería enlucida, está perfectamente documentado gracias a las inscripciones incisas que en él dejó el albañil: “Blas Serdera, apreldis del maestro Antonio Moreno el año de mil setesientos 1734 que se iso esta canal”; bajo el nombre de Blas Cerdera figuran también los de sus ayudantes: Alonso Romo y Francisco Domínguez.



Ingenio 'San Antonio Abad' (Nerja). Muro y canal con la pintura incisa en su lado de levante (fotografía del autor)
Pero los ejecutores no se limitaron a dejar constancia de los nombres de quienes intervinieron en la obra y de la fecha de realización de la misma, sino que sobre el revoco aún fresco de la cara de levante del muro se realizó una decoración incisa en la que dos barcos con las velas desplegadas navegan sobre un mar en olas, con algunos peces, en uno de cuyos extremos figura una cruz con peana, elemento imprescindible para la sacralización del espacio. En la cara opuesta, la de poniente, también hay olas incisas y grandes lágrimas revistiendo la mampostería. Esta decoración presenta lo que, por su temática, podemos considerar un cuadro de marina, algo excepcional en una edificio de carácter industrial, como es el ingenio ‘San Antonio Abad’. De momento y en tanto no se hagan análisis desconocemos si el muro contaba con policromía.


Ingenio 'San Antonio Abad' (Nerja). Barco con velas desplegadas (fotografía del autor)

Ingenio 'San Antonio Abad' (Nerja). Pez (fotografía del autor)

Ingenio 'San Antonio Abad' (Nerja). Cruz con peana (fotografía del autor)

En la segunda mitad del siglo XVII y durante gran parte del siglo XVIII era común la ornamentación pictórica, esgrafiada o incisa del recubrimiento que se le daba a los muros de mampostería como medida de protección y también para disimular los defectos e irregularidades de la piedra. Consistían estos, llamados jarrados, en una mezcla de cal y arena, a veces yeso, que admitían posteriormente revocos, blanqueos y pulimentos o bruñidos, tal como recoge el arquitecto Juan de Villanueva en su obra Arte de Albañilería. Estas superficies podían quedar tal cual o ser pintadas al fresco o al seco, o esgrafiadas, con motivos geométricos, arquitecturas fingidas, etc., por lo general, policromadas. Se han conservado interesantes fachadas decoradas en la ciudad de Málaga y en la Nerja del siglo XVIII debían contar con ellas algunas casas de cierto prestigio situadas en la calle Pintada, aunque hoy inexistentes, pues el nombre que entonces tenía esta vía principal era el de calle de las Casas Pintadas. También la torre costera de Macaca posee una decoración mural realizada en torno a 1770, consistente en una serie de motivos de encintado incisos con los que, en un ejercicio de ilusionismo, se pretendía transmitir la impresión de que la fábrica había sido hecha con piedras regulares en lugar de con toscos mampuestos, a la vez que se imprimía color a los muros ya que el encintado era blanco y el resto del enlucido estaba pintado con óxido de hierro.

 
Torre de Macaca (Nerja). Detalle de la decoración incisa realizada hacia 1770(fotografía del autor)