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lunes, 6 de enero de 2014

El Pabellón, la casa de recreo de la familia Pérez del Pulgar en Nerja




El Pabellón, casa de recreo de la familia Pérez del Pulgar en el pago de Las Mercedes, fachadas Sur y Este


En el pago de Las Mercedes, una gran extensión de terreno cultivado situado entre Nerja y Maro, en una finca a cuya entrada se eleva como fiel guardiana una palmera centenaria, se encuentra El Pabellón, una casa de recreo con jardín que la familia Pérez del Pulgar, propietaria de Maro y su tierra, disfrutó durante varias décadas. Para conocer los orígenes y los avatares a través del tiempo de dicha casa tenemos que remontarnos al siglo XIX.

El 13 de octubre de 1883 moría en su casa palacio de Granada Joaquín Pérez del Pulgar y Ruiz de Molina, un aristócrata que junto a uno de sus hermanos había recibido en 1848 por herencia de su madre, Soledad Ruiz de Molina y Cañaveral, marquesa viuda del Salar, el lugar de Maro, su ingenio y las demás posesiones y tierras situadas entre el barranco de Maro y el río de la Miel, de los cuales habían gozado distintos propietarios desde comienzos del siglo XVI. Joaquín, que tenía una mentalidad emprendedora y reunía en sus manos la mayor parte de la herencia, compró tierras más allá del límite occidental de Maro, establecido en el barranco del mismo nombre, llegando a poseer el territorio situado entre este y el barranco del Badén y la parte oriental de la playa de Burriana, que limitaba al Norte con el camino de Vélez-Málaga a Almuñécar y con el mar al Sur. Hacia 1860 construyó el acueducto del Águila, ya tratado en otra entrada de este mismo blog, para conducir el agua a todas estas tierras, las plantó de caña de azúcar, y en 1879 levantó una fábrica azucarera y una destilería de alcoholes, la fábrica ‘San Joaquín’. Todo lo que Joaquín Pérez del Pulgar poseía en Maro y Nerja fue declarado colonia agrícola en 1879 y 1881 con el nombre de Colonia Agrícola de las Mercedes y Maro.

En una finca de este pago situada sobre el acantilado y que era parte integrante de la colonia, construyó Joaquín Pérez del Pulgar “una casa de recreo con jardines cerrados por tapias de mampostería”[1]. La casa ya está representada en un plano fechado en 1864, por lo que debemos situar su construcción en los primeros años de la década de 1860, pues todas estas tierras fueron adquiridas entre 1858 y 1859.


Estado actual del antiguo jardín sobre el acantilado


Cuando, tras su fallecimiento, se repartieron los bienes de Joaquín Pérez del Pulgar entre sus cuatro hijos, esta finca “conteniendo la casa de recreo del Pabellón, con un jardín que mide nueve marjales y veintiún [estadales]” tocó en suerte a su hija María del Carmen Pérez del Pulgar y Blake, casada con el también aristócrata y sevillano Rafael de Chaves y Manso, marqués de Tous y de la Cueva del Rey y conde de Casa Chaves[2]. Pero sobre todos los bienes de Joaquín Pérez del Pulgar pesaba una hipoteca, ya que unos meses antes de morir había obtenido un préstamo del Banco Hipotecario de España para sufragar los gastos de las múltiples inversiones que había realizado. En 1894, al no poder los herederos hacer frente al préstamo, esta entidad bancaria adquirió todas las propiedades reagrupándolas de nuevo. En 1902, el banco vendió la colonia a Rafael de Chaves y Manso, retornando la casa de recreo a su anterior propietaria, María del Carmen Pérez del Pulgar. En 1930 todo ello fue comprado por la Sociedad Azucarera Larios quien la posee en la actualidad[3]. 


Vista general de la casa de recreo


El Pabellón es una casa de aire clasicista, de planta cuadrada y desarrollo cúbico, cubierta por una azotea rodeada de pretil, construida en mampostería entre machos de ladrillo, enlucida, y decorada en sus esquinas con ligero almohadillado; está orientada al Sur y la entrada a la misma se realiza por su fachada Norte. En la cara Sur y en las laterales se abren amplios y alargados ventanales rematados por arcos de medio punto que permiten la entrada de la luz, pues la casa no está concebida para vivienda, sino como un lugar ameno para descanso y recreo de la familia, desde el que poder contemplar el jardín que la rodeaba y el mar. Se encuentra en una finca de unos 4.500 m2 de superficie, cerrada por un muro perimetral de unos 275 m realizado en mampostería unida con barro, enfoscado y rematado por lomo afilado, a la que se accede por una verja situada al Norte.


Muro Norte y palmera centenaria junto a la verja de entrada a la finca


Joaquín Pérez del Pulgar, además de su casa palacio en la calle Puentezuelas de Granada, poseía la Casa Grande de Maro, actualmente conocida con el nombre de Casa de la Marquesa, construida por él a partir de 1858, cuando por muerte de su hermano José heredó la finca en que se encuentra; pero esa casa, aunque amplia y con jardín, estaba casi adosada al antiguo ingenio azucarero, que pertenecía a sus sobrinos, y rodeada de una población en constante crecimiento, por lo que, una vez que fue dueño de las tierras que compondrían el pago de Las Mercedes, decidió ubicar allí esta pequeña construcción. Con ello, se incorporaba a la corriente que a mediados del siglo XIX se estaba extendiendo entre la alta burguesía financiera y de negocios de construir cortijos, casitas o pabellones de recreo que eran auténticos lugares de reposo situados en fincas ajardinadas o en jardines botánicos, una tipología que era heredera de las villas renacentistas o de las neoclásicas de finales del siglo XVIII que emplean un lenguaje clasicista en un entorno rural. Más tarde, cuando en 1879 levantó la fábrica ‘San Joaquín’, construyó en ella otra casa más amplia para vivienda propia, también con jardín, ubicada en el interior del recinto fabril.


Estado del muro perimetral por el lado de levante


El Pabellón se encuentra en un estado lamentable de conservación; la casa, aunque se mantiene en pie y sus muros íntegros, está muy deteriorada y en completo abandono, con construcciones espurias para cuadras y almacenes de aperos que la afean enormemente. El jardín parece cosa del pasado y el terreno está invadido por la maleza en algunas zonas. El muro se halla en estado ruinoso y existe amenaza de derrumbe por algunos de sus lados. Sus coordenadas geográficas son: 36º 45’ 09.95” N, 3º 51’ 32.09” O. Es una propiedad privada, pero posee valores que la convierten en parte integrante del patrimonio histórico de Nerja, por lo que procede incluirla sin demora en los inventarios e instrumentos de protección, evitar el avance del deterioro del bien, salvaguardarlo y ponerlo en valor.






[1] (A)rchivo del (I)lustre (C)olegio (N)otarial de (G)ranada. Inventario, cuenta, partición, división y adjudicación de los bienes quedados por muerte del muy ilustre señor don Joaquín Pérez del Pulgar y Ruiz de Molina. Granada, notaría de Francisco Sánchez Castro, 1888, fol. 86 y ss.
[2] AICNG, Ibid.
[3] Ruiz García, P., La Axarquía, tierra de azúcar. Cincuenta y dos documentos históricos, Vélez-Málaga, Asukaría Mediterránea, 2000, pág. 42.

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