A Manuel Millón Armijo, in memoriam
Inauguración de la fuente de Cantarero, enero de 1917 |
En junio de 2006, Manuel Millón Armijo (q.e.p.d.),
entonces jefe de gabinete de la Alcaldía de Nerja y a quien yo conocía,
contactó conmigo para preguntarme qué sabía de la fuente de Cantarero, una
fuente desaparecida que estuvo situada en el centro de la plaza del mismo
nombre y que el Ayuntamiento se proponía recuperar, si bien según un modelo
distinto al primitivo y en una ubicación diferente. La fuente había resurgido del
pasado a través de una fotografía antigua del acto inaugural de la misma,
dada a conocer por Pablo Rojo Platero en su libro 100
años de Nerja en fotos[1] y que él fechaba en 1914. Esa era toda la información
que yo poseía en aquellos momentos y así se lo comuniqué a Manuel, a Manolo, ante
quien me comprometí a investigar el asunto sin saber muy bien si el trabajo terminaría
dando algún fruto.
Estaba claro que
había que acudir a los libros de actas capitulares conservados en el Ayuntamiento,
en los que debía haber quedado consignado el acuerdo de instalación de la
fuente y donde esperaba encontrar alguna referencia a la inauguración de la
misma. Allí estaba recogida la decisión del Consistorio de solicitar el abastecimiento
de agua potable para el pueblo en el libro correspondiente al año 1914, pero,
aunque dos años después figuraba el acuerdo de adquisición de la fuente, no
había ni una sola línea dedicada a su puesta en funcionamiento durante ese año,
ni durante 1915 ni tampoco en 1916, año a partir del cual tuve que interrumpir
la búsqueda, por el sencillo motivo de que no se conservan los libros de actas
de 1917 a 1921. Por lo tanto, yo no podía documentar la fuente más que de forma
parcial y solo conseguí proponer una
cronología imprecisa tanto para ella como para la fotografía en que había
quedado inmortalizado el acto inaugural, que sin mayor concreción situaba entre el primer
y el último año de los libros perdidos. Así pues, le facilité a Manolo la escasa
información que había obtenido de aquella rápida y frustrante investigación sobre
un asunto que en realidad nunca había formado parte de ninguna de mis líneas de
trabajo, pero que a raíz de su llamada, y movido por cierta curiosidad, había
empezado a interesarme.
Aunque a partir de
entonces intenté olvidarme del asunto, confieso que no lo conseguí y durante
los diez años transcurridos he pensado muchas veces en la fuente (también en quien me motivó para averiguar más de ella), y he sentido la
necesidad de concluir la tarea que en su momento no fui capaz de completar; lo
hago hoy a través de esta entrada, consciente de que el tema no se agota aquí y
seguramente seguirá planteando interrogantes. Debo advertir a quienes esto lean
que la fuente de Cantarero no puede ser tratada de forma aislada, sino que ha
de hacerse en el contexto más amplio del plan de abastecimiento de agua potable
de Nerja, como un elemento más del mismo; solo desde esta perspectiva y a
partir de la consulta de la documentación de dicho plan, conservada en los
archivos de la Confederación Hidrográfica del Sur, ha sido posible obtener información
sobre la fuente; así que empecemos por él.
I. El
abastecimiento de agua potable de Nerja
El
18 de abril de 1914, Francisco Cantarero Rodríguez, alcalde de Nerja e hijo del
que había sido durante la segunda mitad del siglo XIX maestro de obras de su
Ayuntamiento y constructor del acueducto del Águila, Francisco Cantarero
Martín, proponía a la Corporación Municipal solicitar subvenciones al Estado
para realizar las obras de conducción de aguas para el abastecimiento de la
población, acogiéndose a las ventajas otorgadas por el Real Decreto de 27 de
marzo de dicho año. Hasta entonces el abastecimiento de agua en Nerja se hacía
a través de una serie de fuentes públicas a las que llegaba el agua del río
Chíllar canalizada por la acequia del Pueblo. En 1876 se presentaron peticiones
para conectar grifos en algunas de las casas de la calle de Granada a la
tubería que surtía una de las fuentes de la parte baja del pueblo, y en 1879 algunos
vecinos de entre los mayores contribuyentes, aprovechando las obras de mejora
en el abastecimiento de agua a otra que había en la calle Pintada, obtuvieron
la autorización del Ayuntamiento para prolongar la cañería por dicha vía y
conectar tomas para alimentar un grifo en cada uno de sus domicilios, siendo
costeadas todas estas obras por los propios interesados. Así fue como se inició
el abastecimiento domiciliario de aguas en Nerja, que a partir de entonces se
fue ampliando tímidamente a otras viviendas de la localidad.
Ni
que decir tiene que la calidad del agua no era la deseable, pues provenía de
acequias abiertas, con el consiguiente peligro que ello acarreaba desde el
punto de vista sanitario. Esto no era algo exclusivo de Nerja, sino que se daba
en muchos otros lugares del país, y este fue el motivo principal por el que el
gobierno, a través del Ministerio de Fomento, promulgó el real decreto referido
concediendo subvenciones a todos aquellos municipios que quisieran llevar el
agua potable a su vecindario. En la exposición de motivos de la citada norma se
afirmaba que “en España las estadísticas […] arrojan datos desconsoladores
acerca de enfermedades y mortalidad, deducidos de la falta de higiene y
atribuidas en gran parte a la carencia de aguas potables.”[2]
En el decreto se establecía que el Estado asumiría el cincuenta por ciento del
coste de las obras, mientras que los municipios solicitantes se harían cargo
del resto: un diez por ciento debería satisfacerse cuando se estuvieran
ejecutando las obras y el otro cuarenta por ciento durante un plazo no superior
a veinte años a contar desde la finalización de las obras. En el caso de los
municipios de más de 4.000 habitantes, y este era el caso de Nerja, el
Ayuntamiento tendría que costear las estudios y proyectos necesarios que serían
examinados por la División Hidráulica del Sur de España.
Marca corporativa de la División Hidráulica del Sur de España situada en la caseta de regulación, junto al cementerio de Nerja (fotografía del autor) |
En
consecuencia, el Ayuntamiento de Nerja tuvo que hacerse cargo de la realización
de los estudios previos, entre los que se contaba el relativo a las aguas del
manantial de ‘Fuente Santa’, situado aguas arriba del río Chíllar, pasada la confluencia con el río Higuerón, y
que había sido elegido para el abastecimiento de la localidad. Cantarero
informó al pleno municipal de que José Aurelio Larios, III marqués de Larios y
entonces diputado conservador por el distrito de Torrox, se había ofrecido a
usar sus influencias para facilitar la aprobación del proyecto, a la vez que se
comprometía a pagar el diez por ciento de la parte que correspondiera al
municipio. No sabemos bien si el ofrecimiento que el alcalde decía haber
recibido del marqués era un gesto de magnanimidad, o respondía a la necesidad
que Larios pudiera tener de ganar puntos en la valoración de los nerjeños en el
complicado contexto poselectoral en el que se encontraba (un mes antes, en
marzo de 1914, se habían celebrado elecciones a Cortes y tanto Larios por el
distrito de Torrox como su lugarteniente en el de Vélez-Málaga, Alvarado,
habían perdido por más de mil votos de diferencia cada uno con sus
contrincantes Escobar y Giner de los Ríos, aunque, interpuesta la
correspondiente denuncia de irregularidades, el Tribunal Supremo optó por
dictaminar finalmente a favor de los primeros), o un rasgo de paternalismo hacia una población como Nerja,
considerada por muchos, y concretamente por la prensa liberal o la republicana
de la época, un “baluarte caciquil de la Casa Larios”[3]
y un “feudo de Larios”[4].
Finalmente,
el proyecto fue aprobado por Real Orden de 26 de marzo de 1915, con un
presupuesto de 47.437,02 pesetas, y en él se contemplaba la realización de
cuatro obras:
1.ª
La obra de toma para la captación de aguas del manantial de ‘Fuente Santa’.
Plano de la obra de captación de aguas del manantial de 'Fuente Santa' (papel ferroprusiato). Tomás Brioso, Málaga, 15 de marzo de 1917, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.455 |
2.ª
Una tubería de conducción de las aguas desde el manantial hasta un depósito
regulador de 2.046 m lineales, a lo largo de la cual se distribuían diez
arquetas y sus correspondientes ventosas. Esta y las demás tuberías eran de
fundición y fabricadas en Bilbao, posiblemente por la misma fundición a la que
se adquirió la fuente y fueron sometidas a pruebas de resistencia antes de ser
embarcadas.
3.ª
El depósito regulador, situado junto al cementerio, y accesorios del mismo.
Consistía en una caseta de regulación de planta rectangular y el depósito
propiamente dicho, compartimentado por un muro de separación y diferentes arcos,
con cubierta de hormigón armado que sustituyó a la inicialmente prevista de
bóveda. Sobre la puerta de entrada a la caseta figuraría la imagen corporativa de
la División Hidráulica del Sur de España que aún se conserva.
Alzado de la caseta de regulación (papel ferroprusiato). Tomás Brioso, Málaga, 15 de marzo de 1917, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.455 |
Alzado del depósito regulador, (papel ferroprusiato). Tomás Brioso, Málaga, 15 de marzo de 1917, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.455 |
4.ª La tubería de distribución hasta el pueblo. Esta tubería partía del depósito regulador y atravesaba la carretera de Málaga a Almería hasta terminar en la actual plaza de Cantarero, y fue preciso redactar una memoria específica de la que más adelante hablaremos a propósito de la fuente. Sin embargo, a petición del vecindario, se decidió prolongar dicha distribución “hasta el lugar denominado ‘Puerta del Mar’ con una longitud de 574,70 metros” que recorrería toda la calle Pintada; para ello, con fecha 13 de julio de 1916, fue necesario aprobar un presupuesto adicional de 6.724,24 pesetas[5].
Las
obras comenzaron el 4 de noviembre de 1915 y unos meses después, el 19 de abril
de 1916 ya estaba terminado el depósito regulador, casi a punto de concluirse
las de la captación de aguas del manantial y muy adelantadas las del tendido y
colocación de la tubería de conducción hasta el depósito regulador. Faltaba por
acometerse la instalación de la tubería de distribución hacia el pueblo que se
demoró algo más por la referida ampliación.
A
finales de 1916 se estaban concluyendo las obras y el 2 de diciembre el Ayuntamiento
hacía público el pliego de condiciones para contratar el abastecimiento a
domicilio. Las obras finalizaron completamente en el mes de enero de 1917,
aunque unos meses después, en marzo, unas avenidas del río Chíllar debidas a
las intensas lluvias caídas provocaron el derrumbe del muro de protección de la
toma de agua del manantial, por lo que hubo que rehacerlo con otro presupuesto
adicional de 3.625,65 pesetas, aprobado el 5 de julio de 1917. Estas obras se llevaron a cabo durante el mes de septiembre.
Una
vez que todas las obras se habían dado por concluidas, el ingeniero Tomás
Brioso Raggio, responsable del proyecto, firmó en Málaga el 8 de noviembre de
1917 los datos para la liquidación de la conducción de aguas para
abastecimiento de Nerja, en la que se incluía la correspondiente memoria, las características
de las obras, la relación de gastos y planos de todos y cada uno de los
elementos. El importe total de las obras había ascendido a 57.789,91 pesetas de
las que hasta esa fecha el Ayuntamiento no había satisfecho el 10 por ciento
inicial obligatorio que se había comprometido a pagar el marqués de Larios ni
cantidad alguna del 40 por ciento restante.
II.
La fuente de Cantarero
Antes
de realizarse las obras de la conducción de aguas para el abastecimiento de
Nerja la mayor parte de la población se surtía de las fuentes públicas y, como
hemos comentado, solo algunas casas privilegiadas contaban con grifo en su
interior conectado a la tubería que transportaba el agua hasta aquellas. Hasta
1879 la localidad solo disponía de tres fuentes: una en la plaza Mayor
(posteriormente denominada de la Constitución y hoy plaza Balcón de Europa),
otra en la Plazoleta o plazuela de Cavanas, y una tercera en la calle Pintada
cerca de su confluencia con la calle de la Cruz. La expansión urbana que el
pueblo experimentó hacia el norte durante la segunda mitad del siglo XIX obligó
a construir entre 1878 y 1879 una cuarta fuente al comienzo de la calle de las
Angustias para el uso del vecindario de ese sector (véase en este mismo blog la entrada La fuente de la calle Angustias y los inicios del suministro del agua a viviendas en Nerja).
Sin
embargo, el crecimiento continuaba en dirección al cementerio nuevo, construido
en 1853, de manera que en las décadas de 1880 a 1890 ya se había formado una
especie de plazoleta de figura triangular, llamada hoy plaza de Cantarero, en
la que confluían, como una especie de tridente, las calles Pintada, Méndez
Núñez y San Miguel. Por esta última arteria discurría la travesía urbana de la
carretera de Málaga a Almería, y en el tramo de la misma que constituía uno de
los lados de la plaza se encontraba la casa de estilo neomudéjar que el mismo
alcalde Cantarero poseía junto a la fábrica de mieles ‘El Progreso’ que su
padre construyera en el solar de un antiguo tejar heredado de sus progenitores.
Francisco
Cantarero fue nombrado alcalde de Nerja por el gobierno conservador de Eduardo
Dato el 29 de diciembre de 1913, y una de sus prioridades fue el abastecimiento
de agua potable, para cuyo domicilio él mismo había solicitado con anterioridad
la conexión de un grifo. La conducción de aguas procuraría el abastecimiento
domiciliario a los vecinos que quisieran y pudieran costear su contratación,
pero no todos estaban en condiciones de hacerlo, por lo que era necesario
seguir garantizando el acceso al agua a través de las fuentes públicas del
pueblo (de hecho, algunas viviendas de Nerja carecieron de agua corriente hasta
hace algunas décadas y ciertas fotografías fechadas en torno a 1960 aún muestran
mujeres con sus cántaros cogiendo agua en distintas fuentes). Por lo tanto, la
fuente de la calle de las Angustias resultaba insuficiente para el sector norte
de Nerja y hubo que pensar en instalar otra más que habría de situarse en la
nueva plaza. Así pues, en el proyecto de conducción de aguas, se preveía que la
tubería de distribución del pueblo que debía partir del depósito regulador, en
un principio debía terminar “en el sitio
de emplazamiento de la fuente que el Ayuntamiento de Nerja se propone instalar
en la plazoleta limitada por la carretera de Málaga a Almería y calle Pintada,
en las afueras de la población”, y para ello hubo de redactarse una memoria
específica.
Plano con la ubicación de la fuente de Cantarero, Tomás Brioso, Málaga, 19 de abril de 1916, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.459 |
La
memoria, firmada en Málaga por el ingeniero Tomás Brioso y Raggio el 19 de
abril de 1916, especificaba cómo había de cruzar la tubería la carretera y
contenía un plano en el que se aprecia perfectamente el punto exacto de
localización de la fuente[6].
Ante el progreso de las obras, el 8 de julio, Francisco Cantarero
“hizo presente a la Corporación la necesidad de adquirir una fuente para el servicio público al objeto de instalarla en la plazoleta que existe al final de la calle Pintada y calle San Miguel que habrá de surtirse con las aguas del nuevo abastecimiento del manantial de ‘Fuente Santa’. El Ayuntamiento, estimando muy acertada la iniciativa de la Alcaldía, votó y acordó por unanimidad autorizar al señor Alcalde para adquirir dentro de las condiciones que el presupuesto consienta la indicada fuente pública.”[7]
Plano con la ubicación de la fuente de Cantarero (detalle), Tomás Brioso, Málaga, 19 de abril de 1916, A.H.P.M., C.H.S.E., Leg.46.459 |
La
fuente fue inaugurada en enero de 1917, a la par que el conjunto de
instalaciones para el abastecimiento de agua, momento que recoge la fotografía
que encabeza esta entrada y que, ahora sí, puede fecharse con exactitud en los
días inmediatamente anteriores al jueves 25, pues el semanario malagueño La Unión Ilustrada de ese día publicaba
la noticia e insertaba una fotografía casi idéntica a la anterior en la que
aparecen los ingenieros de la División Hidráulica del Sur (con seguridad
el encargado de la ejecución del proyecto, Tomás Brioso y el ingeniero jefe,
Eduardo Franquelo), junto a algunas personalidades y gentes de Nerja, y, presidiendo
el acto, Luis Alvarado, el diputado conservador por el distrito de Vélez-Málaga
y administrador de la fábrica de azúcar que Larios poseía en Torre del Mar,
quien debió acudir en representación del marqués. Junto a ella se publicaba
otra fotografía del banquete que Cantarero ofreció a los ingenieros y al
diputado Alvarado en el Círculo Liberal-Conservador de Nerja, situado en el
número 5 de la plaza de la Constitución (hoy del Balcón de Europa) con motivo
del evento.
Inauguración de la fuente con el diputado Luis Alvarado y banquete posterior ofrecido por el alcalde Cantarero, La Unión Ilustrada, 25 de enero de 1917 |
Pero,
¿qué tipo de fuente era la que había adquirido el Ayuntamiento? La conocemos por
la fotografía y se trataba de una fuente de dos caños de hierro fundido y
policromado con sendas pilas de piedra. Es idéntica a otra que posteriormente
existió en la calle Colón, aunque esta sin policromía y con signos de deterioro
(le falta la bola del remate), que puede verse en una fotografía reproducida
por Rafael Sánchez de las Matas en sus Relatos
históricos. Crónica de la villa de Nerja[8].
¿Era esta la fuente de Cantarero trasladada de lugar u otra del mismo modelo que
se instaló posteriormente en aquella calle? Por otra parte, en la plaza de
Andalucía hay una fuente exactamente igual que las anteriores que se encontraba
en los almacenes municipales y se instaló allí a comienzos de 1989. No parece
la de la calle Colón (o sí), pues esta está completa y aquella no; aún así, ¿podemos
considerarla la antigua fuente de la plaza de Cantarero desprovista de color y
felizmente recuperada? Si lo fuera, ¿entró en los almacenes desde aquella plaza
y permaneció en ellos un tiempo o previamente realizó un periplo por otros
puntos de la localidad? No tengo respuesta a estas preguntas, pero sea alguna
de ellas la de Cantarero o no, lo que sí se puede asegurar es que se trata del
mismo modelo. La fuente lleva dos inscripciones; en una de ellas se puede leer
la fecha: 1916, que coincide con el año de compra e instalación de la de
Cantarero; y en otra aparece la marca del fabricante: AURRERA. BILBAO. La
Fundición Aurrerá, establecida desde 1885 en Sestao (Bilbao), fabricaba material
de tuberías y fuentes públicas y, tal como vimos más arriba, tuvo que ser la
empresa elegida por la División Hidráulica del Sur para surtirse del
material necesario con destino a Nerja. El Ayuntamiento debió aprovechar los contactos
de los ingenieros de la División con esta fundición para proveerse de la
fuente que necesitaba y que probablemente llegó embarcada junto con las
tuberías de distribución hacia el centro del pueblo, pues la decisión de compra
de ambos materiales coincidente en el tiempo se había tomado en la misma fecha:
julio de 1916.
Antigua fuente de la calle Colón, en SÁNCHEZ DE LAS MATAS, R., Relatos históricos. Crónica de la villa de Nerja, Nerja, 1995, pág. 265 |
Fuente de la plaza de Andalucía, idéntica a la de Cantarero (fotografía del autor) |
Fuente de la plaza de Andalucía (marca de fecha) (fotografía del autor) |
Fuente de la plaza de Andalucía (marca del fabricante) (fotografía del autor) |
[1] ROJO PLATERO, P., 100 años de Nerja en fotos, Nerja, 2005, pág. 15.
[2] Real Decreto de 27 de marzo de 1914 (Gaceta de Madrid del 29 de marzo, pág.
780).
[3] El Heraldo de
Madrid, 11 de febrero de 1918.
[4] El Radical,
21 de marzo de 1916.
[5] (A)rchivo (H)istórico (P)rovincial de (M)álaga,
Confederación Hidrográfica del Sur, Leg. 46.455-5/15, doc. 1, Memoria.
[6] A.H.P.M., Confederación Hidrográfica del Sur, Leg.
46.459-3, Proyecto del cruce de la tubería con la carretera de Málaga a Almería.
[7] Archivo Municipal de Nerja, Actas Capitulares,
sesión de 8 de julio de 1916.
[8] SÁNCHEZ DE LAS MATAS, R., Relatos históricos. Crónica de la villa de Nerja, Nerja, 1995, pág.
265.
Gracias Paco, como todos tus trabajos, una maravilla de documentación. Expresiones.
ResponderEliminarPiedra